La fe volvió a llenar el desierto. Miles de devotos se congregaron este fin de semana en el santuario de la Virgen del Rosario de Yauca, ubicado en el desierto de Ica, para participar en la solemne misa central, procesiones y diversas actividades religiosas que formaron parte de esta tradicional fiesta.
Masiva devoción
El sábado, se realizó el tradicional encuentro entre la Virgen del Rosario de Pachacútec y la Virgen del Rosario de Yauca de Agrokasa. Este emotivo acto de fe tuvo lugar en la zona conocida como La Pedaña.
El evento congregó a numerosos fieles, quienes acompañaron en hombros a la Virgen del Rosario de Pachacútec durante su recorrido hasta el punto de encuentro. Esta manifestación religiosa, profundamente arraigada en la región de Ica, representa una oportunidad para que la comunidad exprese su devoción, gratitud y esperanza, consolidando la identidad y unidad de los pueblos a través de la fe. Se ofreció refrigerios a todos los asistentes que participaron en la procesión.

Asimismo, desde la madrugada del domingo, los peregrinos comenzaron a llegar al templo. A las 10:00 a.m. se realizaron las confesiones, y una hora después, el rezo del santo rosario reunió a miles de fieles. A mediodía se celebró la solemne misa de fiesta, presidida por Mons. Héctor Eduardo Vera Colona, obispo de la Diócesis de Ica, acompañado por sacerdotes y religiosas. El templo y sus alrededores se vieron abarrotados por fieles llegados desde distintas partes de la región.
“Esta experiencia del desierto nos recuerda que Dios siempre camina con su pueblo”, dijo.
Durante su homilía, Mons. Vera Colona ofreció un mensaje profundo y lleno de simbolismo bíblico, relacionando la peregrinación en el desierto iqueño con el caminar del pueblo de Israel en el Antiguo Testamento:
“Esta experiencia del desierto, esta experiencia del peregrinaje, nos recuerda al pueblo de Israel. El Señor se comunicaba con su pueblo en el desierto y le entregaba su palabra. Esa palabra que hoy ustedes han recibido con fe”.

El obispo destacó que en medio de la búsqueda espiritual, el rostro visible de Dios se encuentra en Jesucristo. “Cuando uno quiere visibilizar a Dios, tiene que buscar a Jesús. Él se hizo hombre, vivió nuestras costumbres, nos enseñó que el proyecto de Dios es que todos alcancemos la vida eterna”.
Además, hizo un llamado a que la fe esté siempre ligada a la conversión y a una vida coherente con el Evangelio. Recordó cómo hace 18 años, algunas prácticas populares ajenas al espíritu cristiano fueron transformadas con paciencia y catequesis.

Por la tarde, a las 3:00 p.m., se realizó el recojo de las imágenes de las vírgenes altareras, y a las 5:00 p.m. se inició la procesión principal con la imagen de la Virgen del Rosario de Yauca, acompañada por miles de fieles que entre cantos, lágrimas y oraciones. El ingreso al santuario se dio cerca de las 10:00 de la noche, en un ambiente de profundo recogimiento espiritual.
Tras la misa, los arreglos florales colocados en las escaleras del templo quedaron a disposición de los devotos, quienes los tomaron como recuerdo y símbolo de bendición.

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