Un enlutó la madrugada del sábado en el , donde un octogenario perdió la vida tras ser atropellado por una combi en la tercera cuadra de la avenida Pachacútec Yupanqui.

Justicia pendiente

El cuerpo inerte de Ildefonso Huarcaya Quilca, de 84 años, quedó tendido sobre el pavimento, cubierto con un plástico azul, mientras su esposa, entre lágrimas y desesperación, contemplaba la escena. Ambos vivían solos en la ciudad, lejos de sus hijos, quienes residen en provincia.

El anciano, natural de Coracora, Ayacucho, había salido temprano de su casa para comprar en el mercado cuando la fatalidad lo alcanzó. La combi blanca, de marca Joylong y placa Z9A-950, no logró frenar a tiempo, impactándolo con violencia y dejándolo sin vida al instante. Testigos señalaron que el fuerte golpe en la cabeza fue letal.

En su escape, otro vehículo bloqueó su paso, mientras vecinos indignados lo rodeaban exigiéndole que se hiciera responsable. Sin embargo, el conductor se negaba a bajar de la unidad. Sorprendentemente, pese a que el accidente ocurrió en una zona céntrica y a solo dos cuadras de la dependencia policial, durante los primeros minutos no se observó la presencia de agentes de serenazgo ni de la PNP. Finalmente, ante la presión de los testigos, el sujeto fue llevado hasta el lugar del accidente, donde la víctima ya había fallecido.

La esposa de Huarcaya Quilca, Rosa Alvina Prado, llegó al sitio alertada por los vecinos. Con el rostro desencajado por el dolor, apenas pudo articular palabras ante la trágica escena. Entre sus pertenencias, su esposo aún llevaba las llaves de su casa. Sus hijos, al estar lejos, no pudieron llegar de inmediato, por lo que fueron los vecinos quienes la acompañaron en su angustia.

El Ministerio Público, representado por el fiscal Marco Osorio Ayala de la Primera Fiscalía Corporativa Penal de Ica, se encargó del levantamiento del cadáver, que fue trasladado a la morgue de Parcona para las diligencias correspondientes. Se espera que las investigaciones determinen las responsabilidades del conductor, quien permanece detenido.

El lamentable accidente ha generado conmoción entre los moradores, quienes exigen mayor fiscalización del transporte público y la colocación de reductores de velocidad para evitar que tragedias como esta se repitan. Mientras tanto, la familia de Huarcaya Quilca enfrenta el dolor de una pérdida irreparable, marcada por la negligencia y la indiferencia.

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