Un incendio de gran magnitud se registró en el botadero de residuos sólidos del distrito de La Tinguiña, lo que generó una grave emergencia ambiental. El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) intervino en el sector Lomo Largo, donde las llamas consumieron más de 1,318 metros cuadrados de desechos.
Contaminación extrema
Durante la supervisión, el OEFA verificó las acciones tomadas por la municipalidad y anunció que continuará monitoreando la situación. Sin embargo, este incidente ha reavivado denuncias de vecinos y activistas ambientales, quienes aseguran que trabajadores municipales podrían estar provocando estos incendios de manera deliberada. A pesar de que la municipalidad ha sido sancionada en reiteradas ocasiones por el mal manejo de residuos sólidos, estas prácticas persisten.
El botadero Lomo Largo, que se extiende por 18.5 hectáreas y recibe alrededor de 20 toneladas de residuos diarios, se encuentra a apenas 150 metros de zonas pobladas. La cercanía a las viviendas ha generado preocupación entre los residentes, quienes denuncian constantes problemas de contaminación y malos olores. Además, los incendios recurrentes incrementan los riesgos de enfermedades respiratorias debido a la exposición prolongada al humo tóxico.
En su historial, la Municipalidad de La Tinguiña ha acumulado múltiples infracciones ambientales, lo que ha derivado en sanciones económicas que no han frenado la mala gestión de los desechos. Organizaciones ambientalistas han cuestionado la falta de medidas contundentes para evitar que estos incendios se sigan repitiendo.
El incendio en Lomo Largo vuelve a poner sobre la mesa el problema de la disposición de residuos en Ica y la necesidad de alternativas sostenibles para su tratamiento. Los vecinos exigen una solución definitiva que impida nuevos incidentes, mientras que las autoridades enfrentan el reto de garantizar un manejo adecuado de los desechos sin recurrir a prácticas que atenten contra la salud pública y el medio ambiente.