La minería ilegal avanza y pone en peligro algunas de las áreas naturales y patrimoniales más emblemáticas del Perú, entre ellas las líneas de Nasca, ubicada en la provincia del mismo nombre. A pesar de los informes y alertas estatales, la respuesta sigue siendo débil y fragmentada. El daño ambiental, cultural y social es incalculable.
Patrimonio cultural
La presencia de minería ilegal en el interior de las áreas naturales protegidas (ANP) empezó en 2010. Cinco años después, el Servicio Nacional de Áreas Protegidas por el Estado (Sernanp) hizo una primera evaluación de estas áreas afectadas y determinó que en por lo menos 14 de ellas, o sus zonas de amortiguamiento, había presencia de mineros ilegales.
Nueve de esas 14 se ubican en la Amazonía, donde predomina la minería ilegal aluvial, una de las más destructivas y contaminantes. La más afectada en territorio amazónico es la Reserva Nacional Tambopata (Madre de Dios).
Las pérdidas en muchos casos son irrecuperables; los esfuerzos del Estado para combatirla son insuficientes, según el Programa de Conservación de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA). Bajo amenaza están aguajales, pantanos y bosques ribereños y montanos, así como especies de animales en peligro de extinción.
Según el informe “Fiscalización ambiental a la pequeña minería y minería artesanal. Índice de cumplimiento de los gobiernos regionales” del Organismo Especializado en Fiscalización Ambiental (OEFA), el Gobierno Regional de Madre de Dios cumplió con identificar las zonas de minería ilegal, pero no identificó los casos de minería ilegal.
Líneas de Nasca
Pasa lo mismo, según el Ministerio de Cultura (Mincul), con la reserva arqueológica de las líneas y geoglifos de Nasca, una de las áreas protegidas amenazadas por la actividad ilegal.
Esta zona protegida tiene un área total de 5.633 kilómetros cuadrados y abarca toda la provincia de Nasca y de Palpa (Ica), así como parte de la provincia de Lucanas (Ayacucho). En la zona de amortiguamiento habría mineros ilegales, lo que amenaza los cientos de figuras zoomorfas, fitomorfas y geométricas que aparecen trazadas sobre la superficie terrestre.
Los mineros se ubican principalmente en la denominada poligonal de Nasca. Al respecto, Celso Cajachagua, dirigente de la Federación Nacional de Pequeños Productores Mineros del Perú (Fernamarte), no negó que hagan actividades en una zona prohibida, pero dijo que es necesario poner límites geográficos reales a las zonas declaradas intangibles para que los mineros se formalicen.
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