Sin aulas adecuadas y sin una pizarra para dictar clases, así comenzó el año escolar 2025 para los alumnos de la institución educativa N° 22730 “La Legua”, en el distrito de Changuillo, provincia de Nasca. Debido al desborde de una acequia cercana, la estructura del techo que cubre el campo deportivo sufrió graves daños, dejando debilitadas sus bases y poniendo en riesgo la seguridad de los estudiantes.
Educación precaria
El incidente ocurrió el pasado 12 de febrero, cuando las aguas erosionaron las bases de concreto del techado, afectando no solo a la escuela, sino también a la plazuela y la capilla del sector. Por esta razón, la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) dispuso la suspensión de las actividades académicas en la sede principal. Sin otra alternativa, los alumnos fueron trasladados al local comunal, el cual no cuenta con las condiciones necesarias para albergar a toda la población escolar.
Los padres de familia han manifestado su preocupación por la falta de seguridad en este espacio. “Se han ido al local comunal, pero ahí no tenemos tanta seguridad por el tema de la antena y también los baños están en mal estado”, declaró una madre de familia. Aunque representantes de la UGEL visitaron el lugar y prometieron gestionar divisiones internas con apoyo del municipio de Changuillo, hasta la fecha no ha habido avances significativos. Además, este local era utilizado para campañas de salud, las cuales han quedado suspendidas al no haber otro espacio disponible.

Actualmente, seis secciones escolares están funcionando en el local comunal, que además comparte su espacio con un comedor popular. Los docentes y pobladores han solicitado con urgencia la instalación de módulos temporales que permitan a los estudiantes recibir clases en un ambiente seguro. Sin embargo, a pesar de los pedidos realizados, hasta el momento no hay una respuesta concreta por parte de las autoridades.
La directora de la institución expresó su indignación ante la falta de apoyo. “¿De qué buen inicio del año escolar hablamos, cuando hemos tenido que ver la manera de iniciar las clases en un local comunal?”, cuestionó. Como medida provisional, se ha establecido que los alumnos de primero a tercer grado asistan en la mañana, mientras que los de cuarto a sexto grado lo hagan en la tarde. A esta problemática se suma que el techo del comedor escolar está a punto de colapsar, obligando a los estudiantes a llevar los alimentos brindados por el Estado a sus hogares.
Frente a esta situación, la comunidad educativa de Changuillo continúa esperando una pronta solución. Mientras tanto, los niños de la escuela N° 22730 siguen estudiando en condiciones precarias, a la espera de que las autoridades actúen con la urgencia que el caso amerita.
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