La mañana del 14 de noviembre marcó un punto de quiebre para miles de socios de la Cooperativa de Ahorro y Crédito La Esperanza de Marcona, luego de que la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) activara formalmente el régimen de intervención, hecho que se venía anticipando desde hace meses debido al progresivo deterioro financiero de la entidad.
Quiebre financiero
Según la resolución publicada por la SBS y colocada en la fachada del local intervenido, la entidad reportó un patrimonio negativo que supera los S/ 40 millones, equivalente al 84 % de sus activos. Esta situación refleja pérdidas acumuladas, falta de capitalización y un colapso de la reserva cooperativa, lo que configuró la causal legal para la intervención inmediata. Desde tempranas horas, agentes de la Policía Nacional del Perú y personal autorizado de la SBS tomaron control total del recinto, cerrando toda operación administrativa y financiera.
En el lugar, decenas de socios se congregaron mostrando preocupación, frustración e indignación. En una transmisión en vivo realizada desde el exterior de la cooperativa, se recogieron testimonios que apuntan a años de deficiente administración, falta de transparencia, irregularidades en la entrega de créditos, garantías irresponsables y un creciente número de morosos que, según señalaron los propios asociados, contribuyeron al progresivo colapso económico. Varios socios denunciaron inconsistencias en sus estados de cuenta y exigieron una revisión profunda de responsabilidades.
La SBS informó que, en las próximas horas, se convocará a una Asamblea General con los delegados de la cooperativa, en la que se detallarán los alcances del régimen de intervención, los efectos legales y el plazo máximo para levantar la causal. Para muchos socios, esta convocatoria representa la “última oportunidad” para intentar salvar la institución a través de una capitalización extraordinaria y un plan de reestructuración que permita revertir el daño patrimonial.

Durante la cobertura en vivo, se observó el ambiente de incertidumbre entre los ahorristas. Algunos hicieron un llamado a la unidad y a que todos los socios, en especial los deudores, cumplan sus compromisos para evitar una liquidación definitiva. Otros, sin embargo, denunciaron que por años se ignoraron las alertas, se permitió la entrega descontrolada de préstamos y se ocultaron problemas internos que hoy estallan con fuerza, dejando a miles de familias en el desamparo financiero.
Mientras la SBS continúa fijando avisos oficiales y ultimando el inventario interno, se confirmó que las operaciones de la cooperativa están completamente suspendidas. Las funcionarias designadas para dirigir la intervención deberán determinar el patrimonio real de la entidad, evaluar la situación de cada socio y preparar la Asamblea General que definirá el destino de la cooperativa. El control total ya pasó a manos del ente regulador, que ahora asume la conducción de este proceso crítico.
Con el local cerrado, socios desconcertados, patrimonios en riesgo y un patrimonio devastado, la Cooperativa La Esperanza de Marcona enfrenta uno de los momentos más delicados de su historia.

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