se vive en la calle Cápac Yupanqui, parte alta del distrito de Vista Alegre, en la provincia de Nasca, donde dos niñas de 14 y 16 años quedaron hace apenas una semana.

Las menores viven actualmente bajo el cuidado de su abuela y su tía en una vivienda de adobe con piso de tierra y sin acceso a servicios básicos, sobreviviendo con escasos recursos y el apoyo ocasional de algunos vecinos solidarios.

Condición pobre

Según testimonios recogidos en la zona, el padre de las niñas trabajaba en una mina del interior del país y sostenía económicamente a su familia. Tras su repentino fallecimiento, las adolescentes quedaron totalmente desamparadas y fueron trasladadas a Nasca, donde la comunidad local intenta organizarse para brindarles ayuda.

Su abuela, la señora Josefina, y su tía Flora Cotaquispe de la Cruz, ambas de escasos recursos, se han hecho cargo de ellas, pero aseguran que no cuentan con ingresos suficientes ni para su alimentación ni para costear sus estudios.

Vecinos del lugar, como la señora María, narraron que las niñas carecen de cama, víveres, útiles escolares y ropa adecuada. Una de ellas ha logrado matricularse en el colegio Fermín del Castillo, mientras que la otra aún espera ser incorporada en el turno nocturno.

“No tienen cómo almorzar ni trasladarse al colegio. Pedimos que alguna autoridad o persona solidaria pueda ayudar”, expresó la vecina visiblemente conmovida.

Durante una visita al lugar, se constató que las menores viven en condiciones precarias, compartiendo una pequeña habitación con su abuela. No cuentan con agua ni energía eléctrica, y parte del mobiliario fue prestado por vecinos.

Ante esta difícil realidad, los moradores de Vistalegre hacen un llamado urgente a la población, autoridades locales y empresarios para que brinden apoyo humanitario con alimentos, ropa, colchones o útiles escolares.

Las personas interesadas en colaborar pueden acercarse directamente a la vivienda ubicada en Calle Cápac Yupanqui, manzana 24, lote 10, parte alta de Vista Alegre, o comunicarse al número 962 709 740, a nombre de Flora Cotaquispe de la Cruz, tía de las niñas.

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