En la provincia de Nasca, trabajadores del hospital Ricardo Cruzado Rivarola iniciaron un paro de 48 horas para denunciar graves deficiencias en el nosocomio. Entre los principales problemas figuran la, escasez de medicamentos, ausencia de y condiciones precarias que dificultan la atención médica.

Negligencia estatal

Durante la marcha, los vecinos de diferentes sectores de Nasca se unieron al reclamo exigiendo una atención óptima y un mayor compromiso de las autoridades regionales. Los ciudadanos señalaron que temen ingresar al hospital debido a las recurrentes denuncias de negligencia médica y el deterioro evidente de las instalaciones. Los manifestantes enfatizaron la urgencia de contar con insumos básicos para garantizar un servicio médico adecuado.

César Anicama Wara, secretario de defensa administrativo, aseguró que las áreas de hospitalización y emergencias siguen funcionando, a pesar de las dificultades. Sin embargo, advirtieron que la farmacia del hospital está desabastecida, lo que podría desencadenar un colapso ante la alta demanda de pacientes. Este panorama crítico ha generado preocupación tanto en los trabajadores como en la población, quienes temen un agravamiento de la situación sanitaria en la región.

En sus declaraciones, Anicama Wara, señaló al gobierno regional de Ica como responsable de la crisis, señalando errores administrativos. En particular, criticaron la gestión de Carlos Zegarra, director de la Oficina Regional de Coordinación, quien, según ellos, carece de experiencia en el ámbito hospitalario. Los manifestantes destacaron que la falta de conocimiento y previsión ha profundizado los problemas en el nosocomio.

Los manifestantes solicitaron la presencia del gobernador regional, Jorge Hurtado, para abrir un diálogo que permita abordar las deficiencias señaladas. Además, pidieron la intervención de la fiscalía de prevención del delito para que evalúe las condiciones del hospital y garantice que se tomen medidas correctivas. Esta solicitud busca evidenciar las fallas estructurales y administrativas que afectan a los trabajadores y a los pacientes.

El paro también ha expuesto la precariedad en la logística hospitalaria, como la ausencia de una ambulancia para traslados hacia Ica y el desabastecimiento casi total de la farmacia. A esto se suma la falta de personal de limpieza, quienes han abandonado sus labores por el incumplimiento en el pago de sus salarios. Los manifestantes recalcaron que estas carencias impactan directamente en la calidad del servicio y en la seguridad de los pacientes.

Otro aspecto alarmante es la situación alimentaria en el hospital. Según relataron los trabajadores, los pacientes internados solo tienen dos opciones de comida, lo que refleja las limitaciones en el presupuesto y la gestión del centro de salud. Estas condiciones han generado un clima de descontento tanto en los pacientes como en el personal médico, quienes exigen soluciones inmediatas.

La crisis del hospital Ricardo Cruzado Rivarola pone en evidencia la necesidad de una intervención urgente por parte de las autoridades regionales. Mientras el paro continúa, trabajadores y ciudadanos de Nasca esperan que este llamado de atención propicie un cambio en la administración y garantice la mejora de los servicios de salud en beneficio de toda la población.

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