Las calles Caquetá, Sucre, Diego de Almagro y otras adyacentes al desde años están siendo utilizadas como paraderos informales. Para erradicar esta actividad prohibida por ordenanza municipal y recuperar la transitabilidad vehicular y peatonal se retomaron los operativos entre la División Policial y la (MPCh).

La intervención que comenzó esta semana como disuasiva, pasó a ser sancionadora, en aquellos transportistas que persisten en utilizar las vías públicas como paraderos. Incluso el gobierno local dispuso la participación de la grúa para remolcar a los vehículos que están estacionados, ocupando el carril. La diligencia se desarrolla en arterias declaradas como zonas rígidas.

La policía por su lado impone papeletas a los conductores que no respetan la disposición del municipio chinchano. Son más de 200 soles en multa, además del pago en el Depósito Municipal que deben efectuar los infractores para retirar sus unidades. Si bien la medida se ejecuta, falta todavía efectividad, pues, las vías quedan momentáneamente libres y después vuelve a denotarse el caos.

Algunos transportistas sustentan su permanencia en la vía pública, aduciendo contar con autorización municipal. Sin embargo, una fuente consultada del gobierno local, refirió que no hay permiso hacia ninguna empresa para usar las calles como paraderos de transporte público. Explica que solo se permite el embarque y desembarque de pasajeros, pero que esto no implica que los vehículos deban permanecer en la pista.

A raíz de la ordenanza algunas empresas que cubren ruta hacia Grocio Prado, Sunampe, Pueblo Nuevo y otras han optado por rentar espacios privados que utilizan como paraderos para sus usuarios. Sin embargo, hay otras líneas de servicio colectivo que todavía no migran y persisten en ocupar la vía de uso público para sus actividades. De acuerdo con la información oficial los operativos de ordenamiento van a continuar.

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