Viajar al sur del país en auto se puede convertir en una de las faenas menos atractivas para los turistas, ya que la circulación masiva de vehículos por la red vial que se interconecta con la ciudad de Chincha se vuelve un caos al tener la aglomeración de buses, camiones, autos y hasta mototaxis cuyos choferes luchan por poder avanzar y llegar a su destino. Esta pugna no solo es la causa del retraso, sino además es el factor para que sucedan accidentes a diario.
Las horas más dramáticas en la carretera las 7 y las 8 de la mañana y por la tarde desde el mediodía hasta las 2 p. m. Y en la noche el clima de viaje se vuelve más hostil al marcar el reloj las 6 p. m. hasta las 8 p. m. Estos terribles horarios -con ciertas variantes por días- se reflejan no solo por la falta de capacidad de carga de la red vial, sino también por la intolerancia de los choferes.
A medida que la luz del semáforo se encuentra en etapa de cambio, algunos conductores prefieren acelerar su vehículo que mantenerse en espera de la prudencia del tiempo de cambio de luz. Estas acciones terminan por obstaculizar los cruces para los autos que solo buscaban pasar por la Panamericana hacia otro sendero. Como resultado, las vías de norte a sur y viceversa están completamente cerradas por varios minutos.
Este desorden vuelve a tomar fuerza a medida que se dan los cambios en las comandancias de la Divpol Chincha y en la Sección Tránsito, ya que antes se dispuso que efectivos se instalen en los denominados cuellos de botellas para acelerar el paso de los vehículos.