Como cada año la feligresía que congrega la “Beatita de Humay” celebra el nacimiento de Rojas, hermanas mellizas que nacieron un 21 de junio de 1819 hace 206 años. También realizan novenas en honor a San Luis Gonzaga y recordando a la

Devoción a la “Beatita de Humay”

Estas actividades religiosas congregan a cientos de personas de todas partes del país y del extranjero, quienes se congregan a orar en esta denominada tierra santa de Humay, para este año 2025 la comisión de celebraciones ha previsto realizar las novenas desde el miércoles 11 al jueves 19 para llegar a la serenata y día central con la celebración de una tradicional misa multitudinaria.

A la beata de Humay se le atribuye muchos milagros o favores otorgados a los concurrentes de fe quienes también realizan una extensa caminata muchas veces desde el distrito de San Clemente, otros desde Independencia hasta llegar a la Iglesia San Pedro de Humay donde descansan los restos mortales.

Historia de las mellizas

Sus padres fueron españoles que residían en el distrito de Humay, Carmen y Luisa de la Torre Rojas, hermanas mellizas que nacieron el 21 de junio de 1819. Ambas quedaron huérfanas a la edad de dos años bajo los cuidados de las tías Juanita y Panchita. A los quince años de edad dieron su primera comunión notándose en ambas hermanas gran parecido, tanto físico como modales, sin embargo, Luisita tenía la tez algo más clara y estatura más alta que su hermana Carmen.

Según los relatos históricos, Curaba toda clase de enfermedades tratándolas con hierbas medicinales, haciéndoles invocar a los enfermos con ella, sus oraciones al niño Jesús a quien llamaba su doctorcito, anunciándoles con toda naturalidad la salud o la muerte, según los designios de Dios, y se asegura que jamás falló la palabra de Luisa.

Entre los diversos milagros que se le atribuyen a Luisa de la Torres Rojas, fue el haber resucitado estando en pleno velorio al señor Gregorio Montoya. Curó de viruelas malignas al párroco de su pueblo, reverendo Mauricio Mayurí. Sin que nadie le avisara, milagrosamente se apareció en la ciudad de Lima para darle una toma de remedio preparado de hierbas medicinales al canónigo Dr. Julián de Enderida, su antiguo confesor, sanándole una enfermedad incurable, desapareciendo después como una visión.

De la ollita de barro en la cual, por hechos milagrosos, la comida se multiplicaba para alcanzar para todos los que se presentaban y todavía sobraba, asombrándose todos los que desconfiaban de su invitación.

Luisa de la Torre falleció de pulmonía a la edad de 50 años y 5 meses, un día 21 de noviembre de 1869. Sus restos reposan en la iglesia de su pueblo “San Pedro de Humay”, que quedó completamente destruida después del terremoto del año 2007, que azotó la provincia de Pisco, pero gracias a la generosidad de un empresario que reside en los EE. UU. se construyó su nueva y moderna infraestructura.

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