estuvo a punto de cobrarse la vida de toda una familia en el caserío San Martín, en la provincia de Ica. Durante la madrugada del lunes, una pared de adobe de y cayó sobre dos módulos prefabricados donde dormían siete personas, entre ellas cuatro menores de edad, un adulto mayor y un joven con habilidades diferentes.

Fueron aplastados

El hecho ocurrió aproximadamente a las 4:00 de la mañana, en la avenida José de San Martín, lote V-11, cuando el estruendo despertó a los vecinos. Dentro de la vivienda, los integrantes de la familia Gutiérrez Chanco y Gutiérrez Huamani quedaron atrapados entre los escombros, mientras la nube de polvo cubría todo el lugar.

“Pensé que era un terremoto. Todo tembló con fuerza. Cuando salí, vi la casa completamente destruida. Mis niñas gritaban desesperadas pidiendo ayuda, y mi hijo, que tiene una condición especial, se asfixiaba por el polvo. Nadie vino a auxiliarnos; nosotros mismos tuvimos que rescatarlos, con la cara llena de sangre”, relató María Chanco, aún conmovida por el accidente.

Los primeros en reaccionar fueron los propios familiares, que rompieron partes de las estructuras prefabricadas para liberar a las víctimas. Pese al colapso total, lograron sobrevivir, aunque varios resultaron con heridas y contusiones.

El padre de las menores, contó que sus hijas, de 18, 14 y 10 años, junto a una sobrina de la misma edad (10), fueron trasladadas al hospital y ya recibieron el alta médica. Sin embargo, la adolescente de 14 años fue la más afectada, pues la pared le cayó sobre la cadera, causándole fuertes lesiones.

Su padre, de 65 años, identificado como Alfredo Gutiérrez, también sufrió heridas en la cabeza debido a una astilla de madera que se le incrustó, además de golpes en distintas partes del cuerpo. Otro de los hijos, que presenta habilidades diferentes, también resultó con lesiones, aunque se encuentra fuera de peligro.

“Mi papá tiene 65 años, él también fue golpeado. Y mi hijo, que tiene discapacidad, casi no puede respirar por todo el polvo. Fue un milagro que estén vivos”, agregó el jefe de familia.

Pudo evitarse

De acuerdo con los testimonios, la pared de adobe que colapsó se encontraba contigua a una construcción de material noble donde se venía levantando una vivienda nueva. Los familiares señalaron que la humedad generada por los trabajos habría debilitado la estructura antigua, pese a las advertencias que hicieron al vecino.

“Le dijimos al vecino que la pared estaba cuarteada, que podía caerse, pero no hicieron caso. Ahora mire cómo hemos quedado, sin casa, sin nada”, reclamó entre lágrimas María Chanco.

El derrumbe no solo dejó heridas físicas, sino también pérdidas materiales totales. Los dos módulos prefabricados quedaron aplastados junto con los electrodomésticos, muebles y ropa de la familia. Entre los objetos destruidos se encuentran una refrigeradora, lavadora y televisor, además de documentos personales y útiles escolares de las menores.

Los vecinos del sector aseguran que la familia Gutiérrez Chanco es conocida por su esfuerzo y trabajo diario, y piden apoyo a las autoridades locales para que puedan reconstruir su vivienda y recuperar lo perdido. Para apoyar contactar al 972 854 041.

“Solo queremos que nos ayuden a levantar aunque sea un módulo para poder dormir tranquilos. Lo hemos perdido todo, pero estamos vivos. Eso ya es un milagro”, expresaron.

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