Las cámaras de conservación están inoperativas y la contaminación pone en riesgo al personal de dicha área.
Las cámaras de conservación están inoperativas y la contaminación pone en riesgo al personal de dicha área.

Una situación alarmante es lo que está ocurriendo en la , debido a que tres cámaras de conservación de cadáveres se encuentran inoperativas y estarían generando un alto grado de contaminación que pone en peligro de contraer enfermedades al personal profesional que a diario labora en esa área. También hay análisis y diligencias que se están dejando de realizar por las malas condiciones del ambiente.

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De acuerdo con el informe N°001-2025, el coordinador de técnicos necropsiadores de la Unidad Médico Legal II La Libertad, Pastor Céspedes Bernilla, comunicó al jefe de la referida entidad, Jorge Vásquez Guerrero, de este grave problema y solicitó se gestione con urgencia la reposición de cámaras de conservación de cadáveres.

Según lo precisado en el documento, estas cabinas que se utilizan para mantener los cuerpos en condiciones óptimas empezaron a presentar desperfectos en julio de 2024 y quedaron inoperativas en noviembre de ese mismo año.

Alta contaminación

Se advirtió que las cámaras de conservación de cadáveres se encontraban desprendiendo líquidos producto de la descomposición de los cuerpos; incluso se tornó peligroso transitar en la zona, pues la grasa de la descomposición llegó al piso.

El otro problema es que el sistema de aire acondicionado no funciona, lo que hace altamente peligroso el trabajo de todo el personal en ese sector, pues se generan gases que pueden poner en riesgo la salud de los trabajadores.

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Preocupados

De la misma manera, con el oficio N°001-2025, los integrantes del Cuerpo Médico de las Unidades Médicas de La Libertad expresaron su preocupación al jefe de la Unidad Médico Legal II La Libertad, Jorge Vásquez Guerrero, por el deterioro y falta de funcionamiento de las cámaras frigoríficas de conservación de cadáveres.

Se indica en el oficio que estas cámaras ya han sido reparadas en múltiples oportunidades ocasionando altos costos a la institución y no consideraron que los equipos tienen más de 20 años de uso.

En ese sentido, su recomendación es el reemplazo definitivo de las mismas o la construcción de un cuarto frío, ya que actualmente es necesario contar con un ambiente de esas características, pues debido al alto índice de violencia que golpea a nuestra región hay que albergar a una cantidad creciente de cadáveres permanentemente.

El pasado 21 de febrero, la Defensoría del Pueblo acudió a la morgue y verificó que las cámaras de conservación de cadáveres estaban inoperativas, pero que a pesar de ello tenían cuerpos. Es más, se constató que se habilitó un contenedor para colocar otros cadáveres. “Se aprecia presencia de moscas y un olor fuerte por el estado de descomposición de los cuerpos. El olor nauseabundo se percibe en otras áreas como admisión, laboratorio, dosaje etílico y en cámara Gesell”, se lee en el acta.

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