CNM: El vergonzoso fallo que absolvió a una acusada de trata de personas
CNM: El vergonzoso fallo que absolvió a una acusada de trata de personas

Ella tenía solamente 14 años cuando fue captada por Elsa Cjuno Huillca, propietaria de un bar en el sector minero de Mazuko, en Madre de Dios. En ese lugar, debía beber alcohol junto a hombres, es decir, ser una dama de compañía. Y no solo eso. Como quedó acreditado en el proceso judicial, la propietaria del lugar le “sugirió” que hiciera “pases”, es decir, que tuviera sexo con los clientes.

Sin embargo, Elsa Cjuno Huillca quedó absuelta del delito de trata de personas. La fiscalía apeló, interpuso recurso de nulidad a dicha absolución. El recurso cayó en manos de la Sala Permanente de la Corte Suprema, presidida por el polémico Javier Villa Stein, e integrada, entre otros, por el también extitular del Poder Judicial, Duberlí Rodríguez y por un juez que hoy parece onmipresente en el escándalo de corrupción de los llamados “CNMAudios”: César Hinostroza Pariachi.

IMPROCEDENTE. La sala declaró improcedente el pedido de nulidad a la absolución. Se sentaba jurisprudencia en un caso tan sensible en la sociedad y que azota, sobre todo, en la zona de la selva peruana.

Y los argumentos de la sentencia de Villa Stein, Hinostroza y Rodríguez tenían controversias llamativas. Señalaba, por ejemplo, que la cantidad de horas que Cjuno Huillca hizo trabajar a la menor (más de doce en promedio) eran excesivas, pero que no se podían considerar como explotación.

“El hacer de dama de compañía, y entendida esta como una persona que simplemente bebe con los clientes sin tener que realizar ninguna otra actividad, no se presenta como una labor que vaya a agotar la fuerza de la trabajadora”, se lee en la resolución.

Del mismo modo, en el fallo se sostenía que hacer los "pases" (acostarse con clientes a cambio de dinero) “no fue la intención primigenia por la cual fue a trabajar al bar, sino que en una oportunidad la procesada le sugirió que lo haga”. Es decir, según la sala, “para que se configure el delito de trata por explotación sexual esta tiene que ser la razón por la cual se traslada o capta a la menor desde un inicio”.

INVESTIGACIÓN. La polémica propició que el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) dispusiera una investigación preliminar a los jueces supremos Javier Villa Stein, Josue Pario Pastrana, Duberlí Rodríguez, César Hinostroza y José Neyra Flores, responsables del fallo. La ONG Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos – PROMSEX había protestado ante el CNM por esta absolución.

Los “CNMAudios” han permitido conocer cómo se resolvían estas situaciones en el más alto nivel judicial. Por ello ahora ya no sorprende saber que el CNM, en sesión plenaria del 3 de agosto de 2017, acordó por mayoría dar por concluida la investigación contra los jueces supremos y archivar todo.

Firmaron a favor de no investigar a los jueces supremos el hasta hace poco titular del CNM (y exrector de la Universidad Nacional de Trujillo), Orlando Velásquez, Guido Aguila, Baltazar Morales y Hebert Marcelo. Sí, nombres que han sido mencionados una y otra vez desde que empezaron a salir los audios.

Dos se abstuvieron: Julio Gutiérrez y el (inefable) Iván Noguera.

Y solo hubo un voto a favor de la investigación contra los magistrados de la Sala Permanente de la Corte Suprema. Fue justamente la única mujer: Elsa Aragón Hermoza.

Aragón Hermoza fue el único grito de protesta en medio de una suerte de cierra puertas a favor de la impunidad. En su escrito, sostuvo que la decisión de los magistrados dejaba un grave precedente, “con consecuencias nefastas en la lucha contra el delito de trata de personas”.

Además, indicó que los jueces supremos no tomaron en cuenta que se probó la “captación” y la vulnerabilidad de la adolescente en su condición de menor de edad. Apuntó además a un trato discriminatorio de los magistrados al minimizar el delito de trata de personas por tratarse de una “dama de compañía”.

Pero fue, decíamos, el único grito de protesta. Y es que el CNM y los jueces, estos jueces, tal como se ha podido conocer hoy, eran muy amigos, y, más que eso, eran “hermanitos”.