El 15 de octubre, la Región habría entregado 282 mesas y 675 sillas de madera, pero ahora pretende quitarles dichos muebles, pues aseguran que se trató de una “tergiversación de la información con el proveedor” y que el mobiliario no habría sido cedido, sino “encargado”. Los padres de familia no lo devolverán.
El 15 de octubre, la Región habría entregado 282 mesas y 675 sillas de madera, pero ahora pretende quitarles dichos muebles, pues aseguran que se trató de una “tergiversación de la información con el proveedor” y que el mobiliario no habría sido cedido, sino “encargado”. Los padres de familia no lo devolverán.

A pesar de que el colegio nacional San Juan es considerado como uno de los más emblemáticos de la ciudad de Trujillo, arrastra problemas en su infraestructura y carece de mobiliario para los estudiantes. Por ello, cuando el Gobierno Regional (GORE) de La Libertad dispuso que le entreguen 282 mesas y 675 sillas de madera, una alegría inmensa embargó a alumnos, padres y docentes. Sin embargo, esa algarabía duró muy poco, pues ahora pretenden quitarles dichos muebles.

El conflicto no es tan sencillo de resolver, pues mientras los funcionarios del GORE manifiestan que se trató de una “tergiversación de la información”, pues el mobiliario no fue cedido al colegio San Juan, sino “encargado en su almacén”, la Asociación de Padres de Familia (APAFA) se mantiene renuente a entregar las mesas y sillas, toda vez que hace más de una semana ya son usadas por los estudiantes.

TODO UN LÍO

Según explicó Jobvito Flores Mariños, gerente de Administración del GORE, el mobiliario se adquirió mediante una Inversión de Optimización, Ampliación Marginal, Reposición y Rehabilitación (IOARR) y ya tiene beneficiarios directos (diferentes instituciones educativas de La Libertad), en la que no está comprendido el colegio San Juan.

Entonces, el 15 de octubre la empresa proveedora llegó a Trujillo con las mesas y sillas, pero como el GORE, en ese momento, no tenía un almacén disponible, se comunicaron con los directivos del colegio San Juan para solicitarles usar sus ambientes como un “almacén temporal”, para luego, desde allí, distribuir a los centros educativos que les corresponde.

“En un mal entendido, el proveedor llegó y dijo ‘aquí están los bienes del colegio San Juan’ y la directora lo ha recepcionado y lo ha distribuido en las aulas. Pero, atención, fue por un error en la comunicación entre el proveedor y la directora. Estos bienes tienen un fin, son de otras instituciones educativas y no se pueden utilizar. Ahora estamos esperando que solucionen este impase”, manifestó el funcionario.

Sin embargo, cuando la prensa preguntó si el pedido para usar el colegio San Juan como “almacén temporal” fue oficializado mediante un documento, Jobvito Flores Mariños dijo que solo fue verbal. “Nosotros llamamos a la directora para preguntar si tenía espacio para que nos preste ambientes como almacén y nos dijo verifiquen. Pero no sé cómo el proveedor ha escuchado, cómo se ha enterado y ha ido a coordinador directamente con la directora”, explicó.

POCO FORMAL

Esto último es considerado por Rafael Fernández, presidente de la APAFA del colegio San Juan, como algo poco formal, teniendo en cuenta que se trata de bienes públicos y tiene que haber documentación de por medio que demuestre que realmente se solicitó al centro educativo prestar sus ambientes como almacén improvisado. “Nosotros no estamos dispuestos a entregar esas mesas y sillas, nuestros hijos ya los están utilizando”, acotó.

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