Imagen
Imagen

Desde los señalamientos de orquestar una posible e inminente privatización, pasando por la masiva protesta en contra de su intervención, y ahora con la reposición del agua para regar los parques y jardines, el caso Sedalib nos dejó como resumen el resarcimiento de las inoportunas decisiones del gobierno municipal de Trujillo.

CRONOLOGÍA. Todo empezó desde enero, cuando la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT) anunciara a Humberto Flores Cornejo como su representante ante el Directorio de Sedalib, hecho que posteriormente fue cuestionado por la oposición que indicaban que Flores “no cumplía” con el perfil profesional requerido para dicho puesto.

Luego de ello apareció la figura de Sheila Miranda Leo, en representación del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS), y posterior a esta el nombre de Teresa Fernández Gil, por el Gobierno Regional de La Libertad (GRLL). Ambas también estuvieron en boca de sus detractores por estar en la misma situación que Flores Cornejo con relación al perfil.

“EN LA CALLE”. Tras la aparición de estas tres personas, saltó a la palestra Mario Reyna Rodríguez, quien actualmente es miembro del mencionado Directorio de Sedalib -debidamente inscrito en Registros Públicos- junto a José Landauro y Víctor Cotrina.

Fue el pasado viernes 27 de feberero en que Reyna, Flores y Miranda sesionan en plena vía pública, y dentro de una camioneta, luego de que se les impidiera el ingreso a la sede de Sedalib. En esa “sesión” eligieron a Mario Reyna como el “nuevo” presidente de dicho directorio.

Es así que desde entonces un grupo de trabajadores empezó con los cuestionamientos a tales personajes, a quienes acusaron de tener la idea de concesionar la empresa del agua al sector privado.

PIDE INTERVENCIÓN. Ese señalamiento de presunta privatización tomó fuerza a inicios de mayo (jueves 7 para ser precisos), cuando Elidio Espinoza Quispe envía un oficio al Directorio de Sedalib para que este convoque a Junta General de Accionistas, precisando que en su “calidad” de alcalde de Trujillo y “accionista” representante del 32.57% del capital social, se desarrolle tal cónclave con una agenda detallada en cuatro puntos.

Precisamente, uno de los puntos solicitados por la autoridad edil fue: “Incorporación al Régimen de Apoyo Transitorio (RAT) de la EPS Sedalib S.A., teniendo en cuenta el informe de Otass (Organismo Técnico de la Administración de los Servicios de Saneamiento) respecto al grado de insolvencia económica y financiera de la empresa”. Es decir, pide que haya intervención de Sedalib.

Desde aquella vez, la postura del alcalde fue esa, aunque luego de sufrir la primera masiva manifestación en su contra -el último viernes 5 de junio- convocó a conferencia de prensa para referir que nunca estuvo de acuerdo con la intervención de la empresa del agua. “No estamos de acuerdo con ningún tipo de intervención”, sostuvo.

EXIGEN CORTE. Sin embargo, una de las decisiones que lo llevaron a recibir críticas a granel fue cuando su gerente general del Segat, Julissa Cortez Becerra, el 12 de febrero “exigió” a Sedalib que “clausuren” definitivamente cualquier punto de abastecimiento de agua potable para el riego de las áreas verdes de Trujillo.

Tal “exigencia” puso a los cientos de parques y jardines en peligro de extinción. Dado que el gramado se había secado y la imagen que proyectaban era de descuido total.

SE MOJARON TODOS. Ahora, como acto simbólico de la anunciada reposición del agua en los 833 puntos de abastecimiento del líquido elemento para los parques, ayer el propio burgomaestre Elidio Espinoza junto a funcionarios de la MPT y de la empresa Sedalib festejaron en la Plaza de Armas de Trujillo -con banda incluída- el restablecimiento del agua potable.

EN VILO. En conclusión, tal como lo hemos detallado, tuvieron que pasar seis meses de gestión edil para que recién puedan resarcirse de las decisiones poco afortunadas que pusieron en vilo a miles de ciudadanos que viven del agua abastecido por Sedalib.

Temor que fue acrecentado luego de que se revelara la cláusula décimo tercera firmada entre Sedalib y el Proyecto Especial Chavimochic, en el que se precisa:

“En caso de que se concesione o intervenga un tercero, como es el caso de la inversión privada en Sedalib, la tarifa de agua pasará de manera automática a la tarifa técnica, la que corresponde al monto total equivalente a 0.2275 dólares más IGV”. Es decir, el agua pasaría a costar tres veces más -según la referencia del precio del dólar americano- de lo que, actualmente, cuesta.