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Conmovidos se mostraron decenas de fieles tras ver que una imagen de Cristo crucificado, ubicada en el Hospital Belén de Trujillo, comenzó a lagrimear. 

Cristina Herrera Gonzalez no podía creer lo que veía. Ella pugnaba por conseguir que intervengan quirúrgicamente a su hija de 21 años, que se encuentra internada desde hace cuatro meses por problemas en la columna. Se estaba por retirar del nosocomio junto a su comadre Hena Pastor.

En ese momento su comadre se acercó a la estatua, que tiene 50 años ubicada en la sala de espera de cirugía. Le hizo un rezo, se percató de algo increíble y dijo: "Comadre el Cristo está llorando". Entonces Cristina Herrera se percató de esto. 

La mujer expresó su emoción por este hecho. "Dije Dios mío y me comenzó a estremecer el pecho, me arrodillé y comencé a pedir perdón. Yo creo que el señor quiere que reflexionemos y seamos más humanos. Esto es un mensaje", refirió.

Fue así que muchos de los pacientes se acercaron alrededor de la efigie y comenzaron a tomar fotografías. 

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