Fiorella Espinola: “No me equivoqué en estudiar medicina”
Fiorella Espinola: “No me equivoqué en estudiar medicina”

A Fiorella Espinola Vigo le bastaron tres semanas para conocer el lejano distrito de Ongón, en la provincia liberteña de ; sus paisajes naturales y el calor humano de su gente la conquistaron, a cambio ella entregó día a día lo mejor de sí en su trabajo como médico en el puesto de salud.

Su profesionalismo fue puesto a prueba con el reciente nacimiento de dos gemelitas en el anexo de Bellavista, lugar hasta el que llegó caminando en un tiempo de seis horas.

ONGÓN

“Allá es bonito, todo es verde y la gente es muy buena... la comida esta muy bien, es muy rica”, así describe Fiorella el distrito donde eligió realizar su profesión de médico.

La zona cuenta con varios anexos, a los cuales se puede acceder hasta un tramo en vehículo y luego se debe continuar a pie, los caminos son escarpados y con abismos.

En el puesto de salud se cuenta con personal básico para la atención de 1704 personas, no se cuenta con ambulancia y la infraestructura es mínima.

EL DÍA D

La serumista narra que desde su llegada al distrito visitó a la gestante, he identificó algunos signos de preclancia, indicándole que era necesario su traslado a un centro de salud mayor, pero ella se resistió a salir de su pueblo natal.

“Nos llamaron y nos dijeron que estaba con dolor de cabeza (la gestante), lo que es un signo de severidad en la preclancia. Entonces la hemos ido a ver, y la hemos encontrado mal, icterica (amarilla); con una cefalea intensa, no podía movilizares y un poco de dificultad respiratoria, caminaba y se agitaba mucho”, expresó Espinola Vigo.

La doctora y su equipo procedieron a aplicar el procedimiento médico con los medicamentos que contaban en la vivienda de la paciente.

“La gerencia (regional de salud) nos estaba apoyando en gestionar un helicóptero porque a la señora era imposible sacarla caminando de ahí, porque es cuesta arriba, cuesta abajo... mientras esperábamos eso, hubo problemas con el clima y ya al otro día a las dos y media de la tarde la señora rompió membranas y se produce el parto”, contó la profesional.

La sorpresa del equipo médico fue recibir a dos pequeñas, Fiorella nos comenta que María Sánchez Quezada, madre de las gemelas, nunca quiso salir del anexo de Bellavista por sus creencias religiosas, por lo cual no se había realizado ninguna ecografía.

“Nos dimos con la sorpresa que eran dos pequeñas, nacieron, les hicimos la atención y una de ellas, la que nació ultima tenia dificultad respiratoria, eran muy pequeñas para su edad gestacional, tenían varios riesgos por lo que debían ser monitorizadas en un hospital de mayor resolución, explico Espinola.

TRASLADO 

Ante la situación crítica de la madre y las recién nacidas la médico y su equipo resuelven trasladarlas al centro de salud de Tayabamba por vía terrestre.

El primer implemento para bajar a la madre del su vivienda fue una litera, la cual es una camilla hecha con palos, posteriormente llegó al lugar una brigada del hospital de Tayabamba y proporcionó una camilla para movilizar a la paciente.

“Los pobladores ayudaron a movilizar... luego nos dirigimos al cruce y de allí nos dirigimos a Tayabamba y posteriormente hacia acá (Trujillo), y nos encontramos con la ambulancia del Samu en Siguas, allí nos alcanzaron y pasamos a la señora a esa ambulancia que es más equipada, estaba el doctor Jean Cáceres que es el ginecólogo y en Virú nos encontramos con los pediatras, los cuales evaluaron a los niños y los trajimos para acá”, dijo Fiorella Espinola.

EXPERIENCIA 

“Yo nunca imagine caminar tanto, cuando era estudiante no sabía donde iba a realizar mi serum, pero hechos como este te reconfortan te ayudan a seguir adelante a ver que no te equivocaste en lo que querías hacer, que al final ayudar a las personas es para lo que nosotros estudiamos medicina, ese es el fin”.

La señora María Sánchez refirió que la población de Ongón se siente muy agradecida con el personal médico, con quienes se han involucrado y recuperado la confianza para poner en sus manos su salud, “Otros médicos nos tenían olvidados”, dijo. 

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