Gloria Montenegro: “Si no cercamos al machismo, las cifras no desminuirán”
Gloria Montenegro: “Si no cercamos al machismo, las cifras no desminuirán”

Escrito por Alex Martínez

El 31 de diciembre de 2019, un venezolano que ingresó de forma ilegal al país mató de un corte en el cuello a su expareja, porque esta se negaba a retomar la relación.

Al día siguiente, una mujer fue apuñalada en la espalda por su esposo, mientras que en otro caso un individuo golpeó a su conviviente con seis meses de embarazo. Pero, todo no quedó ahí. Otro venezolano que trabaja como taxista intentó quemar a una joven mujer porque esta no quiso ser su enamorada.

En resumen, un feminicidio y tres intentos del mismo delito en menos de 76 horas solo en la región . Si sumamos otros casos registrados en el país, pues veremos que el tema es complicado.

La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), Gloria Montenegro Figueroa, ha tenido un duro trabajo en estos últimos meses para dirigir campañas y estrategias desde el Estado para tratar de reducir estos lamentables sucesos, pero evidentemente a la luz de la realidad los resultados no son los esperados.

Para hablar de ello, Montenegro concedió una entrevista a Diario Correo y esto fue lo que nos dijo:

Finalizamos el año 2019 con un feminicidio perpetrado por un venezolano. Durante los tres primeros días del 2020 se registraron tres intentos del mismo delito. Las cifras se incrementan y alarman. ¿Qué se está haciendo para reducir y evitar estos casos de violencia contra la mujer?

Este dato es muy importante. Demuestra que el machismo y la violencia contra las mujeres no discriminan nacionalidad, condición social ni económica. Es un problema que trasciende fronteras. Como Gobierno estamos luchando para erradicarlo, como ciudadanos debemos seguir sumando.

Las cifras crecen en torno a estos sucesos en todo el país, ¿o no es así?

Es importante tener claridad sobre el tema de las cifras. Mira, el porcentaje de mujeres que ha sufrido violencia, de todos los tipos (física, psicológica y sexual), por parte de sus esposos o parejas a nivel nacional ha disminuido en más del 9% desde el 2014.

2014 al 2018, 72.4% y 63.2%. En sentido contrario, las mujeres que acuden a instituciones del Estado cuando han sufrido violencia para buscar ayuda, han aumentado en casi un 5% a nivel nacional del 2014 al 2018, 24.2%y 28.9 %.

Atención con estos dos temas: la violencia en general disminuye (aunque a un ritmo lento) y las mujeres están denunciando cada vez más. Esto es un avance. ¿Debemos celebrar? De ninguna manera. Después de Bolivia, somos el país donde hay más violencia contra las mujeres. Y este es un problema de muchos, muchos años. Hemos sido criados bajo una cultura machista, donde la mujer es considerada propiedad del hombre. Y la muestra más desgarradora de esto es el feminicidio que ha aumentado y que constituye la forma más grave de violencia: 2015 (84), 2016 (106), 2017 (131), 2018 (150), 2019 (163).

(cifras de AURORA).

¿Por qué si la violencia en general disminuye el feminicidio aumenta?

Los estudios revelan que hoy en día se tipifican mejor y se visibilizan más los casos de feminicidio. Recién desde el 2011 existe el delito de feminicidio y los registros por estos casos han evolucionado desde entonces. Por ejemplo, anteriormente, muchos feminicidios eran calificados como lesiones sobrevenidas de muerte, homicidios, asesinatos, entre otros. Estamos transitando por una etapa donde la sensibilización por esta temática ha aumentado, y esto es posible gracias a movimientos ciudadanos de mujeres en el Perú y en todo el mundo que han levantado su voz.

¿Qué se hace para reducir y evitar estos delitos?

Lo he dicho muchas veces, la clave está en responder en bloque y de forma articulada: todo el Gobierno, el Poder Judicial, la Fiscalía, los gobiernos regionales y locales debemos estar preparados para enfrentar este problema. De esto se debe partir, y aclaro no es un tema que podamos ver resultados inmediatos.

Parece que los programas y estrategias que se diseñaron no están dando resultados.

Están funcionando y las estadísticas que acabo de mencionar así lo demuestran. Hay avances, sí, pero estos se están dando de forma gradual y depende de varios factores. ¿Qué debemos hacer? Lo tenemos claro: debe haber un cambio radical en la articulación y compromiso de las instituciones, autoridades y ciudadanía, hay que sumar cada vez más aliados. No existe otra forma de reducir la violencia.

El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables es el ente rector y, como tal, coordinamos con las diversas instituciones, pero necesitamos fortalecer esa articulación y esta consigna debe ser radical en este año 2020. Si no cercamos al machismo y la violencia en bloque, no vamos a disminuir las cifras de violencia de forma determinante.

¿Cómo se debe articular?

Hay dos formas.

Desde la atención: son los servicios que reciben las mujeres que ya han sufrido violencia. Aquí los aliados son el Poder Judicial, la Fiscalía, la Policía, el Ministerio de Justicia. Desde el ministerio tenemos a los Centros de Emergencia Mujer (CEM) que brindan un servicio integral a la mujer que ha sido violentada.

El 2019 hemos cerrado con 396 CEM que llegan a todas las provincias del Perú.

Hemos atendido más de 165 mil casos por violencia contra las mujeres e integrantes del grupo familiar. Hemos brindado refugio a aproximadamente 2,500 mujeres víctimas de violencia.

La otra forma, desde la prevención: involucra la acción del Estado para evitar que nuevos casos de violencia aparezcan. Esta es la clave para reducir las estadísticas y aquí el gran aliado es el Ministerio de Educación. Necesitamos enseñarles a nuestras hijas e hijos que las mujeres y los varones tenemos los mismos derechos.

¿Se requiere hacer algunas modificaciones también en cuanto a la forma de atender estos casos, por ejemplo, lo sucedido en Lima con los policías que no atendieron a tiempo las llamadas de auxilio de las personas que después fueron asesinadas?

No podemos seguir sin articular y aquí hay varias cosas que podríamos hacer las autoridades.

Primero, debemos mejorar la actuación de la Policía, que recibe más del 75% de las denuncias de violencia contra las mujeres. Desde que están formándose como cadetes, deben ser capacitados. El sistema reclama tener policías especializados para atender casos de mujeres. Si un policía no atiende de forma oportuna a una mujer que reclama auxilio, debe ser investigado y sancionado de forma ejemplar.

Segundo, los jueces y fiscales deben estar a la altura: en primer lugar, debe haber un perfil específico para jueces y fiscales que asuman casos de mujeres, deben estar capacitados antes de asumir un caso. Vemos casos donde hay impunidad y esto debe acabar. Creo que los servicios de atención también deben ser especializados: este año se han inaugurado más de 100 Centros de Salud Mental Comunitarios en todo el país.

Se tiene que dar una investigación productiva del caso, hacerle seguimiento, darle asistencia a la víctima y protección. Parece que no se valora bien el riesgo y se deja pasar las cosas y al final es muy tarde. ¿Qué opina?

Efectivamente, hay un instrumento para valorar el riesgo que mencionas y es la ficha de valoración del riesgo. Desde el MIMP, el 31 de diciembre la hemos reformado porque sobre la base de evidencia, hemos encontrado varias falencias; por ejemplo, habían preguntas muy complejas.

Este nuevo instrumento cumple con los estándares técnicos necesarios para medir de forma más óptima el riesgo al que se ven expuestas las mujeres que denuncian actos de violencia, lo cual permitirá a las autoridades adoptar acciones más idóneas para garantizar su protección.

Pero si valoramos bien el riesgo y no actuamos, de nada sirve esta mejora. Por eso, la policía, jueces y fiscales deben comprometerse también, capacitando a sus profesionales. Desde el MIMP estamos también trabajando en ello.

Para este año hay un plan de acción que pueda intensificar los programas y estrategias. ¿Cómo reformular el enfoque para atender estos casos?

Fortalecemos el enfoque por resultados que permite evidencias en el campo, miran a la ciudadanía en las diferentes regiones y su realidad.

El 30 de diciembre publicamos la resolución suprema Nº 024-2019-EF, que crea el Programa Presupuestal orientado a resultados de reducción de la Violencia contra la Mujer. Un Programa Presupuestal orientado a resultados es una estrategia de gestión pública que permite vincular la asignación de recursos presupuestales a bienes y servicios (productos) y a resultados a favor de la población, con la característica de permitir que estos puedan ser medibles.

En el caso del Programa Presupuestal orientado a resultados de reducción de la Violencia contra la Mujer, al ser multisectorial, permite interconectar las distintas intervenciones de las diferentes entidades, al igual que su presupuesto y alcance, a fin de actuar de manera articulada, formando parte de una teoría de cambio multisectorial y con una focalización de las zonas en donde se interviene.

¿Qué decirles a estos hombres que actúan de esa manera tan irracional y que hoy por hoy golpean y maltratan a sus esposas o parejas?

A ellos, la violencia contra las mujeres no se puede aceptar, no se va a tolerar y los agresores recibirán su castigo, ¡irán presos! Les digo, les pido que no hagan daño a su familia, a ellos mismos, a la sociedad. Debemos promover una crianza saludable, dialogante, en igualdad, las relaciones respetuosas siempre. Este trabajo conjunto debe ser realizado con energía, convicción y sin descanso. Los invitamos a sumarse a hombres por la igualdad.

¿Y a las mujeres que hoy son víctimas de todo esto?

Que no están solas. Que su vida y su integridad son valiosas y que acudan al Estado en busca de ayuda.