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El congresista liberteño José León Rivera evitó hablar sobre el caso "Narcocarbón".

El legislador tildó de “farándula política” a la investigación que viene afrontando ante la Comisión de Ética del Congreso por sus vínculos con el mexicano Rodrigo Torres, alias “Lic”.

Como se recuerda, León alquiló su casa de playa en Huanchaco a dicho personaje que hoy es sindicado como el dueño de las más de 6.7 toneladas de droga que se hallaron en dichos distrito de Trujillo, el pasado 26 de agosto.

La frase que acuñó el parlamentario fue dada tras su salida de la audiencia pública convocada por la Comisión Agraria del Congreso que se desarrolló en el Paraninfo de la Universidad Nacional de Trujillo (UNT).

“No voy a declarar sobre esta farándula política. Solo me limitaré a hablar sobre el evento”, señaló visiblemente incómodo León Rivera mientras se escudaba en tres agentes de seguridad que a empujones intentaron evadir las preguntas y el asedio de los periodistas.

SU ADMINISTRADOR. En tanto, ya en horas de la mañana de ayer, Correo fue en búsqueda del administrador de los negocios del congresista, Santiago Olea Bernales, quien acudió a la sede del Ministerio Público para rendir su manifestación en torno a una investigación por un caso diferente.

El hombre de confianza de José León, quien en su momento fuera citado por la Comisión de Ética para aclarar la relación que tiene con el capo mexicano, solo se limitó a decir que su caso está en la fiscalía y que por orden de su abogado no podrá declarar nada.