La adenda y la demagogia
La adenda y la demagogia

Escrito por Omar Aliaga:

Este columnista lo había advertido desde antes y se ratifica: sacar furibundamente a Odebrecht de la obra de Palo Redondo, en Chavimochic, iba a resultar más costoso y problemático para la región. Finalmente, interpretando lo que la mayoría cree de manera irreflexiva o con el temor de que esa irreflexión lo ponga contra la pared, el gobierno de Martín Vizcarra le dijo no a la propuesta de la adenda para que Odebrecht termine de ejecutar esa obra y se vaya, sin hacer más lío.

Con la negativa, ahora la empresa brasileña irá a un arbitraje y los liberteños solo miraremos el tiempo pasar mientras todo el proyecto Chavimochic queda paralizado. Ya se ha hablado de los millones de dólares estantacados. También de los 120 mi empleos que se dejan de generar. Un lujo que nuestra región no se puede dar. Eso lo sabe bien el gobernador Manuel Lempén y el empresariado liberteño. Pero el drama para la autoridad regional es que su partido no lo ha apoyado políticamente debido a la demagogia, al qué dirán. Es que estábamos en campaña y ¡cómo era posible decir que Odebrecht, ese demonio de siete cabezas, continúe ejecutando trabajos!

La misma lógica que prevaleció en Vizcarra, quien, como se sabe, no tiene partidos ni voceros políticos y se debe a la opinión pública, que es el soporte para su endeble mandato. Y ese es el motivo por el que le ha dicho no al gobierno regional. Ha preferido evitar el griterío, aunque eso nos cueste millones.

No faltan los ligeros de boca y cerebro que salen a señalar a quienes no se unen al griterío. “Son los defensores de Odebrecht”, dicen con ese facilismo propio de un mentecato. Todos estamos de acuerdo en que Odebrecht se vaya, pero pudo terminar la obra inacabada, que no estamos para seguir perdiendo más tiempo y dinero aquí, e irse sin problemas. Sus funcionarios corruptos no vendrán a La Libertad, ellos bien manchados están, como el nombre de la empresa, y que convierte en apestados también a los trabajadores peruanos y decentes que todavía están en la corporación y que nada tienen que ver con la gran corrupción que se ha vivido estos años.

Ojalá hubiera una salida menos traumática que está que tenemos en frente, y que nos hará retrasar el desarrollo económico solo por la demagogia y el miedo político.

TAGS RELACIONADOS