La cubierta de seda que usó el Sumo Pontífice durante celebración litúrgica el 20 de enero de 2018 en Huanchaco es guardada por la Arquidiócesis de Trujillo.
La cubierta de seda que usó el Sumo Pontífice durante celebración litúrgica el 20 de enero de 2018 en Huanchaco es guardada por la Arquidiócesis de Trujillo.

La visita del papa Francisco a el 20 de enero de 2018 no solo quedará guardada en el recuerdo de los fieles, sino también en algunos ambientes del Arzobispado Metropolitano de esta ciudad, que atesora objetos invaluables que usó el Sumo Pontífice durante su estancia en la capital de La Libertad.

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Tesoros

El arzobispo de Trujillo, monseñor Alfredo Vizcarra, reveló que en este recinto religioso guardan el solideo (cubierta de seda que cubre la cabeza) que usó el Santo Padre durante la celebración litúrgica que ofició en Huanchaco.

“Es la prenda que llevó el papa en la cabeza y que en la celebración litúrgica se la retiró cuando se realizó la consagración; es decir, cuando se ha pedido al Espíritu Santo que venga sobre el pan y el vino para que se conviertan en el cuerpo y sangre de Cristo. Por eso (se llama) solideo, solo delante de Dios me lo quito”, indicó.

El arzobispo también recordó el paso del Santo Padre por esta ciudad, en donde coronó a la sagrada imagen de la Virgen de la Puerta de Otuzco como Madre de la Misericordia y la Esperanza, ofició una misa en la explanada de la playa de Huanchaco, visitó a moradores del sector Buenos Aires afectados por las lluvias y huaicos originados por el fenómeno El Niño Costero y se reunió con sacerdotes, seminaristas y religiosas en el colegio Seminario San Carlos y San Marcelo.

Por su parte, monseñor Francisco Castro, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Trujillo, evocó cuando el papa llegó al Arzobispado tras visitar a los afectados por las lluvias en el distrito de Víctor Larco.

Contó que ese 20 de enero, el Sumo Pontífice descansó en una habitación que le implementaron.

“Además del solideo, nosotros tenemos como recuerdo que el papa se quedó aquí con nosotros, después de que llegó de Huanchaco, pasando por Víctor Larco. Llegó aquí a este Arzobispado, aquí almorzó con nosotros y luego tenemos ahí el recuerdo de la cama en donde descansó el Santo Padre 30 minutos, una habitación especialmente preparada para él”, narró.

Pese a que los objetos que usó el papa Francisco son de incalculable valor, monseñor Castro dijo que “no podemos hablar de (que sean) reliquias porque eso se considera cuando una persona, sea sacerdote, laico, se canoniza y se eleva a esa categoría de santo”.

“Entonces, no podemos hablar de reliquias todavía, pero sí de estos signos que son importantes”, indicó.

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