Los deudos del joven mecánico, Jacobo Calderón Navez, quien presuntamente habría sido asesinado el pasado 29 de marzo, denunciaron que hasta el momento no pueden darle cristiana sepultura por errores en el certificado de defunción. Sus familiares llevan cuatro días velando el cuerpo en su vivienda situada en Alto Trujillo y exigen que autoridades solucionen el problema.
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Según contaron los familiares, Jacobo Calderón habría sido víctima de homicidio y su cadáver fue arrojado en la carretera Lajon del centro poblado Huayobamba del distrito de Huaranchal, provincia de Otuzco.
Abel Calderón, hermano del occiso, dijo que no pueden sepultar el cadáver debido a que el certificado de defunción tendría errores. Los deudos responsabilizaron al médico cirujano del puesto de salud de Huayobamba por esta presunta irregularidad.
NADA CLARO
Los parientes de la víctima mortal han contado que tras las averiguaciones que han hecho por su cuenta, el sábado 29 de marzo, Jacobo Calderón se encontraba con unos supuestos amigos y su enamorada libando licor.
Se habría desatado una gresca en la que lo asesinaron y su cadáver lo arrojaron a un costado de la carretera. Al ser encontrado fue llevado al puesto de salud de Huayobamba, sin que se reportara la denuncia de la muerte a la Policía Nacional del Perú.
Tampoco se consideró la presencia de fiscal ni médico legista, a pesar de que el occiso presentaba signos de violencia (cortes, rasguños, moretones) que deberían ser investigados. A pesar de ello, se habría elaborado un certificado de defunción a mano.
Ahora se corre el riesgo que por falta de estas pesquisas, el cadáver del joven mecánico regrese a la morgue mientras todas las diligencias de ley se cumplan.
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