La realidad actual indica que ninguna mujer fue electa como gobernadora en la elección regional del año 2018.
La realidad actual indica que ninguna mujer fue electa como gobernadora en la elección regional del año 2018.

El presidente Pedro Castillo compartió en este último fin de semana una imagen suya junto a los gobernadores regionales de todo el país, con los que se reunió para coordinar acciones. En medio de la publicación hecha por el mandatario en Twitter surgieron algunos comentarios críticos en torno a que no había una sola mujer en la imagen. Esto, por supuesto, no fue algo intencional, pues estaban las autoridades que tenían que estar: la realidad actual indica que ninguna mujer fue electa como gobernadora en la elección regional del año 2018. Las críticas a esta situación, sin embargo, sirven para ver una realidad enrevesada para la participación femenina en la política nacional, regional y local.

El caso de La Libertad es un claro ejemplo de eso. Un ejemplo negativo y alarmante. En toda la región, en las doce provincias y sus 83 distritos, una sola mujer fue elegida como alcaldesa. Se trata de Mónica Betancourt, alcaldesa distrital de Salaverry. Ni una más. Es decir, de las 95 alcaldías que hubo en disputa en las elecciones de 2018, solo una fue ocupada por una mujer. Ahora, en toda la región tenemos dos alcaldesas, debido a que María del Carmen Cubas Cáceres tuvo que asumir el sillón municipal de la provincia de Chepén, tras el lamentable fallecimiento de David Lías Ventura.

La provincia y la ciudad de Trujillo ha tenido dos alcaldesas durante su historia. Solo una de ellas fue electa en las urnas como tal: Miriam Pilco Deza, quien llegó a la alcaldía a través de su partido, el Apra, en la década de los ochenta. En el año 2014, la entonces apepista Gloria Montenegro fue la segunda mujer en llegar a la alcaldía de Trujillo, pero lo hizo tras asumir la misma ante la renuncia de César Acuña, quien tomó esa decisión para postular al Gobierno Regional de La Libertad.

En los últimos años hubo presencia femenina en la política local, eso no se puede negar (consejeras, regidoras, congresista y otros), pero los cargos de relevancia política ejecutiva han sido aún esquivas para las mujeres. De hecho, la que mejor posicionada de las elecciones para la alcaldía de Trujillo en estos últimos tiempos, fue Verónica Torres, que en 2018 postuló por la agrupación Todos Por el Perú, que ocupó el tercer lugar con 10.49% de las votaciones.

Falta mucho trabajo por hacer para tener a más mujeres en cargos cruciales y trascendentes en política. Desde promover su participación, lo cual empieza por los propios partidos, hasta posicionar quizás su presencia en las preferencias, que puede ser tan buena como la de los varones. Porque, vamos, si la gente no elige a mujeres mayormente no es por el hecho de que estas no tengan capacidades y talento, si no por muchos otros factores que tienen más que ver con la idiosincrasia y el prejuicio. La representación femenina en las alcaldías de La Libertad es una clara muestra de esto. ¿Acaso debemos pensar que una sola mujer de 95 alcaldías posibles es lo que representa la capacidad y talento femenino en nuestra política? De ninguna manera. Son ciertas taras las que lo explican. Y esas hay que atacar.