El Centro Histórico de Trujillo fue ayer escenario de una pacífica manifestación de al menos 800 pobladores de Laredo que llegaron hasta esta ciudad para exigir el reinicio de los trabajos de canalización de las quebradas San Ildefonso y San Carlos, cuyas aguas inundaron gran parte de la capital liberteña durante El Niño costero de 2017.
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La movilización, que inició en la avenida España y culminó en la Plaza Mayor de Trujillo, estuvo encabezada por el alcalde de Laredo, Sergio Vílchez Neira, quien aseguró que ante esta situación, no menos de cinco mil habitantes de su distrito están expuestos a posibles inundaciones como las ocurridas en marzo de hace ocho años.
En riesgo
En diálogo con este Diario, el burgomaestre laredino aseguró que los trabajos de prevención se encuentran paralizados desde hace algunas semanas debido a que la ANIN (Autoridad Nacional de Infraestructura) no cuenta con presupuesto para continuar con los trabajos. “La paralización sería de tres meses porque la ANIN no tiene los recursos para que se puedan ejecutar los trabajos que faltan”, dijo la autoridad edil.
Esta información, sin embargo, ya había sido confirmada en la primera quincena de este mes por el mismo vocero de la ANIN, Mario Ríos, en una entrevista con Canal N.
El también asesor de jefatura dijo que unos 24 proyectos se encuentran paralizados en cinco regiones del país debido a la falta de transferencia de presupuesto por parte del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Entre estos trabajos se encuentran los de las quebradas San Ildefonso y San Carlos, además de las defensas ribereñas del río Moche, cuya aguas también se desbordaron en 2017 e inundaron zonas aledañas.
Sergio Vílchez explicó que de ocurrir lluvias como las registradas años atrás, son varios los sectores de su distrito que podrían afectarse.
Algunas de estas zonas son los anexos de Puente Veneno, Chanchamayo y Espino Limón. “Basta que una se vea afectada para poder preocuparnos”, subayó el alcalde.
A estos centros poblados, añadió el burgomaestre, podría sumarse la misma zona urbana de Laredo. “Ojo que en Puente Veneno tenemos nuestros dos pozos tubulares que abastecen de agua potable a toda la ciudad”, advirtió.
Demanda
Frente a este escenario, el alcalde Sergio Vílchez ha emitido una serie de oficios al Ejecutivo, entre ellos a la presidenta de la República, para exigir “una urgente reunión de trabajo” y un “informe situacional sobre la paralización de los proyectos de canalización”.
“La interrupción en la ejecución de la obra pone en grave riesgo a toda la población de suscitarse fenómenos en la naturaleza, [y] causaría un daño devastador a la infraestructura pública y privada”, se indica en el documento remitido a Dina Boluarte.
Las obras de canalización de las dos quebradas forman parte de los trabajos de solución definitiva que el Ejecutivo se ha comprometido realizar. El proyecto se habría paralizado en un 71% de su ejecución.
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