Por supuesto, Arturo Fernández y sus seguidores culpan de todo a “la mafia y sus millones” de la reciente sentencia por difamación que podría dejarlo fuera de la carrera electoral.
Por supuesto, Arturo Fernández y sus seguidores culpan de todo a “la mafia y sus millones” de la reciente sentencia por difamación que podría dejarlo fuera de la carrera electoral.

La anunciada sentencia contra Arturo Fernández no sorprende. Por lo menos, a este periodista no le sorprende. El actual alcalde de Moche, el autodenominado “Loco de Moche”, se la ha pasado todo este tiempo lanzando insultos y ataques por doquier, incluso desde las redes sociales personales e institucionales. Lanzar denuestos contra sus opositores o contra sus críticos se ha convertido en su deporte favorito. Y, si bien la mayoría lo deja pasar porque piensa que sería peor entrar a un litigio con ese “loco”, la verdad que bastaría que alguien tome con seriedad sus ataques y lo lleve a una demanda; tendría todas las de ganar. Como es el caso.

Por supuesto, Arturo Fernández y sus seguidores culpan de todo a “la mafia y sus millones” de la reciente sentencia por difamación que podría dejarlo fuera de la carrera electoral. A lo mejor es cierto que hay gente con dinero en esta contienda electoral usando subterfugios, pero en su caso su actitud ofensiva es repetitiva. Tampoco es que la ponga tan difícil el alcalde de Moche.

Fernández ha atacado no solo a políticos, sino también a periodistas, utilizando incluso alusiones estrictamente personales. A esta casa periodística lo atacó una vez desde sus redes sociales solo porque cumplimos con recoger una demanda de un sector de la población mochera por la falta de obras por servicios básicos. Como se sabe, Fernandez le ha dado prioridad a lo ornamental, sobre a todo a los ceramios con penes enormes que lo emocionan tanto y le han dado cobertura mediática, la misma que le ha permitido ganar popularidad para postular a la alcaldía de Trujillo con ciertas chances.

Este señor, además, es un misógino consumado. Lo ha demostrado más de una vez con sus mensajes a través de redes y más de una declaración. Que tenga dos procesos por violencia familiar en cierne dice mucho de él.

Sabemos que hay un sector de ciudadanos que mira con simpatía su candidatura. Pero las cosas deben ser dichas. Y esta es la catadura de este candidato que se enorgullece de ser “loco”.

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