En la literatura existen historias, escenarios, ambientes y personajes que se revisten de lo navideño para evidenciar las diferentes condiciones y circunstancias que vive la humanidad.
En la literatura existen historias, escenarios, ambientes y personajes que se revisten de lo navideño para evidenciar las diferentes condiciones y circunstancias que vive la humanidad.

Además del clásico relato de Charles Dickens sobre la Navidad, en la literatura existen historias, escenarios, ambientes y personajes que se revisten de lo navideño para evidenciar las diferentes condiciones y circunstancias que vive la humanidad por esas fechas. Recordemos que Cuento de Navidad, el relato de Dickens de 1843, cuenta la historia de un hombre egoísta y huraño que, gracias a la Navidad, redescubre su lado generoso y solidario. Otro famoso cuento que está ambientado en la época navideña es Vanka de Anton Chejov. En esta historia, Vanka Chukov -un muchacho de nueve años- no se acuesta en la noche de Navidad; en ese tiempo escribe una tierna carta a su abuelo y le pide que vaya por él. Maupassant y Nabokov, aunque no con la misma ternura y generosidad, también han escrito historias en las que la Navidad se ha hecho presente. Finalmente, Dostoyevski en 1848 nos presenta en El árbol de navidad una historia que nos permite pensar en cómo las desigualdades sociales no son ajenas a lo .

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Hispanoamérica y la navidad

En Cuento de nochebuena, Rubén Darío nos permite reflexionar sobre la importancia de la generosidad y la caridad en la vida de las personas; de acuerdo con el relato, estas virtudes deberían ser dos de las más importantes en la humanidad, de manera singular, en fechas navideñas. Los valores presentados por Darío son tan significativos, sobre todo, cuando pensamos en historias como la que Benito Pérez Galdós nos remite en La mula y el buey. En este relato destaca la presencia de Celinina, una niña de tres años que está gravemente enferma y muere con la pena de no haber podido tener una mula y un buey como regalo para su nacimiento navideño. El cuento no aborda la festividad de forma directa, pero sí nos permite pensar en cómo estas fechas son más festivas para unos que para otros. El quehacer poético también se ha revestido de lo navideño; escritores como Lope de Vega, Amado Nervo y Gabriela Mistral han hecho de la lírica el mejor medio textual para evidenciar esta celebridad; “las pajas del pesebre / niño de Belén / hoy son flores y rosas /mañana serán hiel”, escribe el autor español en uno de sus famosos villancicos.

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La Libertad y la Navidad

En nuestra región también se han originado manifestaciones literarias que ha tenido como protagonistas a la Navidad. En Carbunclos, José Eulogio Garrido nos presenta el cuento Mi nacimiento, una historia con tintes autobiográficos que nos traslada en el tiempo a esos momentos previos a la celebración de la Navidad. El relato es significativo no solo porque nos ofrece un escenario emotivo lleno de nostalgias y cotidianidades, sino también porque logra textualizar la oralidad del ambiente familiar en medio de una celebración tan tradicional como la Navidad; “Sobre un baúl edificamos un cerro bien parado con una cueva en el centro; y le pusimos achupayas, achupayas y más achupayas. Forramos la cueva con yerbecitas. Dentro de ella colocamos al Niño, a la Virgen y al San José de la tía Santitos”. Es necesario precisar que José Eulogio Garrido fue uno de los miembros más importantes del grupo Norte.

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Ahora bien, otro escritor local que escribió sobre la navidad fue Ciro Alegría con su relato Navidad en los andes. En este cuento se describe cómo se celebra la festividad del nacimiento de Cristo en los andes, sobre todo, en la hacienda de Marcabal Grande. Es interesante analizar cómo la Navidad, vista desde una perspectiva universal, puede adquirir tintes diferenciados propios de cada cultura. En la sierra de La Libertad también se celebra la Navidad como en cualquier parte del mundo, sin embargo, hay cosas que solo se viven en la serranía liberteña; “Las figuras del Nacimiento eran sacadas entonces de un armario y colocadas en el centro de la armazón cubierta de ramas, plantas y flores. San José, la Virgen y el Niño, con la mula y el buey, no parecían estar en un establo, salvo por el puñado de paja que amarilleaba en el lecho del Niño”. La Navidad, más allá de nuestra creencia, es una festividad de muchos significados y pienso que el poeta José Watanabe es quien mejor la resignifica y la vincula con nuestra realidad actual; “Sin embargo / me sobrecoge mirarte, mi recién nacido: / a pesar de las madres / todo niño está abandonado / sobre la vastedad de una tierra callada. En esta Navidad, espero que la celebración por el nacimiento de Cristo sea también el origen de una tierra que reclame el amor para todos y todas, para todos aquellos que luchan por un país justo y necesario.

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