Ahora que muchos se están contagiando con el Covid-19, incluso muchos de los que durante las dos primeras olas no tuvieron indicios de haber sido alcanzados por el virus, vale la pena recordar lo que fue esto hace apenas meses atrás. Sí, ahora todos le hemos perdido el miedo apocalíptico al Covid-19, porque en la mayoría de los casos llega como una gripe fuerte o más o menos fuerte, y a veces menos que eso. Pero no olvidemos. No olvidemos lo que fue esta región, este país, en los días más aciagos.
No olvidemos a los que se fueron. Sobre todo no olvidemos a ellos.
Si eres uno de los que has contraído el virus en esta tercera ola con variante ómicron de por medio, y te sientes súper fuerte porque apenas te duró unos cuantos días con pequeños malestares y congestiones, recuerda que eres, más que nada, afortunado. Sí, un suertudo del carajo. Quizás eres joven, o no tan joven, quizás tu sistema inmunológico anda bien, digamos, pero sin duda todo eso no hubiese sido lo mismo hace dos o un año atrás. ¿Recuerdas cómo era todo en aquellos días? Sí, no entendíamos nada, andábamos como con palo de ciego en la oscuridad, caminando sin saber por qué ni por dónde, ignorando los detalles de un virus inédito. Y sin vacunas, por supuesto, totalmente desprotegidos.
Quienes cayeron en la primera y segunda ola tuvieron mucho menos suerte que tú. Teníamos entonces mucho menos información, sabíamos nada o casi nada de lo que hoy sabemos, cometíamos muchos más errores que ahora por ignorancia y desconocimiento. No estábamos inmunizados. Y por ello muchos agravaron, necesitaron oxígeno, fueron intubados. Muchos también fallecieron de un modo que jamás de debió ocurrir, jamás.
Y ahora tú te recuperas en dos o tres días y sales de nuevo a las calles porque el virus ya fue, ya no es letal, aunque sigas contagiando y llevándolo por doquier, quizás a personas que, a diferencia de ti, sí podría tener alguna complicación porque es menos fuerte y menos joven que tú, porque tiene una comorbilidad que tú no tienes.
Sí, es cierto: hasta quienes han preferido no vacunarse la pasan mucho mejor, pues al ser la mayoría la que está vacunada, si el Covid-19 les llega, les llega con una carga viral menor, y por ende el padecimiento será también leve o moderado.
Pero no olvidemos. Por favor, no olvidemos. No olvidemos lo que era no tener esperanza, lo que era no poder respirar, solo respirar, por el amor de Dios.