El último viernes a las 10 de la noche, producto de las intensas lluvias, un deslizamiento de tierra y piedras provocó la emergencia. La puerta de acceso a la mina de carbón terminó bloqueada. Un menor de 16 años y cinco adultos lucharon por sus vidas durante casi un día. La ayuda llegó a tiempo y el rescate fue un éxito.
El último viernes a las 10 de la noche, producto de las intensas lluvias, un deslizamiento de tierra y piedras provocó la emergencia. La puerta de acceso a la mina de carbón terminó bloqueada. Un menor de 16 años y cinco adultos lucharon por sus vidas durante casi un día. La ayuda llegó a tiempo y el rescate fue un éxito.

El deslizamiento en un cerro del caserío de Llaray, en el distrito de Quiruvilca, , sepultó a seis trabajadores presuntamente informales de una mina en la que explotaban carbón. La emergencia, propiciada por las intensas lluvias que caen en la zona, se registró a las 10 de la noche del último viernes y desató el pánico de toda la comunidad vinculada con esta actividad económica. Afortunadamente, el desenlace estuvo marcado por un milagro. Los mineros fueron rescatados con vida.

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Desastre

Las primeras informaciones indicaban que cinco personas habían sido afectadas por el deslizamiento de tierra y piedras. Sin embargo, apenas empezaron las acciones de rescate, los mineros confirmaron que una persona más había desaparecido.

Diario Correo confirmó que en la lista de víctimas había un menor de edad, quien fue identificado con las iniciales de D.S.P. (16). También se encontraban con él los hermanos Santos, Antoni y Brayan Pereda Ibáñez. Sus familiares llegaron a la zona del derrumbe y se unieron a los trabajos.

“La emergencia se registró por la noche, pero vemos que la alerta salió recién en la madrugada. La ayuda llegó y menos mal nuestros compañeros fueron rescatados con vida”, declaró uno de los mineros de Llaray.

Las otras dos personas atrapadas en el socavón fueron José Villacorta Robles y Edgar Mariños Montoya.

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El milagro

¡Ahí están, ahí están! Estos gritos confirmaron la buena noticia. Los mineros estaban vivos y sus compañeros, quienes lideraron la búsqueda durante 18 horas, no pararon de excavar y destruir piedras con barretas y picos, hasta que llegaron a la puerta de acceso del socavón. Los cascos negros de los hermanos Pereda Ibáñez salieron a relucir y el milagro de abril era una realidad.

El esfuerzo de los rescatistas fue respaldado con maquinaria proporcionada por la Municipalidad Distrital de Quiruvilca y el apoyo de Serenazgo. Asimismo, a la zona llegó una brigada de rescate de la Municipalidad Distrital de Cachicadán y la Subgerencia de Defensa Civil del gobierno regional también movilizó recursos desde Trujillo para contribuir a esta operación.

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Alerta médica

Personal de la Red de Salud Santiago de Chuco los trasladó en ambulancias a los establecimientos más cercanos. Resaltaron que no presentan fracturas ni heridas. El menor sufrió una descompensación, pero fue conectado a un balón de oxígeno y luego lo llevaron al Hospital César Vallejo.

“Afortunadamente, y gracias a Dios los encontramos con vida. Podemos decir que no presentan lesiones ni fracturas, igual están siendo evaluados. Solo al menor de edad lo estamos refiriendo al hospital César Vallejo para una atención especializada. Se le ha colocado oxígeno y vamos a brindarle toda la atención para garantizar su recuperación”, dijo el director de esta Red, Lenin Rodríguez Neyra.

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