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Ni bien escuchó el nombre de su sobrino, la cara del regidor Luis Sánchez Arteaga cambió súbitamente de expresión y hasta pareció palidecer. Era la mañana del domingo 4 de enero y, tal como lo habían anunciado horas antes, en el Salón Consistorial de la Municipalidad de Trujillo la gestión edil de Elidio Espinoza hacía la presentación de sus gerentes y subgerentes municipales.

Carlos Sánchez Caipo, sobrino del regidor, había sido designado como subgerente de Participación Vecinal. El también secretario general del Movimiento Regional para el Desarrollo con Seguridad y Honradez (MRDSH) parecía no solo estar sorprendido, sino hasta asustado.

Dos días después, el concejal Luis Sánchez presentó un documento en el que argumentaba su negativa ante tal designación, por ser su sobrino.

El resto es historia conocida: los cuestionamientos y las opiniones encontradas y el consiguiente pedido de vacancia del regidor. Sin embargo, Sánchez -que además fue uno de los fundadores del movimiento de Elidio- siempre vio algo más detrás.

“Este error me complicó la vida”, diría.

Y la verdad es que no solamente él, sino más de uno dentro y fuera del partido del alcalde siempre pensó que tal designación tuvo como objetivo dejar fuera de carrera al concejal. Cuesta pensar en ello, pero más de uno está convencido, incluyendo el mismo Sánchez, cuya posible vacancia está aún en manos del Jurado Nacional de Elecciones.

El último viernes, Sánchez presentó su renuncia al cargo de secretario general del MRDHS. Dio razones que se podrían decir formales, pero en la organización se comenta otra cosa.

Relaciones rotas. Luis Sánchez fue uno de los que empujó desde el inicio el movimiento que llevó a Elidio Espinoza a la alcaldía de Trujillo. Fuentes del entorno hasta afirman que ambos son compadres espirituales. Ayudó en la recolección de firmas, “estuvo antes de que llegara Ismael (Iglesias)”, según una fuente.

Por eso, muchos -hasta el mismo Sánchez- imaginaron que sería él quien llevaría el número uno en la lista de regidores del candidato Elidio Espinoza. Pero no fue así. Fernando Rojas, quien también llegaría después, fue finalmente como tal y hoy es el teniente alcalde.

Hay quienes consideran que este fue el primer golpe que sintió Luis Sánchez. Sea como fuere, la relación entre él y el gerente general de la comuna, Ismael Iglesias, se ha ido deteriorando, sobre todo desde la hoy famosa designación del sobrino. “Él cree que Ismael lo hizo a propósito”, han coincidido varias personas cercanas al entorno, tras ser consultadas por este diario.

Pero no solo con Ismael Iglesias.En los últimos días previos a la presentación de su renuncia al cargo, Sánchez se ha sentido apartado y marginado dentro del partido. “Casi ni le hablaban”, ha dicho una fuente.

Testigos de toda esta historia han revelado a Correo que ante la poca disposición y negativas del gerente general y brazo derecho de Elidio Espinoza, el regidor ha intentado conversar con el alcalde. Pero al parecer de un tiempo a este, Espinoza Quispe prefiere tener como intermediario a su hombre de confianza Ismael Iglesias.

Sánchez, así, se había quedado solo. La renuncia al cargo, pese a que fue ratificado el último miércoles, era inminente. Solo había sido “pura pantalla” esa ratificación.

Paranoia. Pero ¿por qué querer dejar fuera a uno de los fundadores y dirigentes del movimiento?

El inicial descontento de Sánchez, tras no ser puesto en la primera regiduría, trajo consigo un clima de tensión. Pero de acuerdo a las versiones que este diario ha podido recoger, todo se puso peor cuando Elidio Espinoza y su gerente municipal Ismael Iglesias empezaron a creer que era Luis Sánchez quien filtraba datos sobre la gestión que luego publicaba la prensa.

Hubo un día, incluso, en que ante un periodista trujillano y otra persona el alcalde mencionó una frase sumamente reveladora. “Ese (Sánchez) ya me está cansando”, dijo.

El martes 17 Sánchez salió en portada de este diario mostrando su discrepancia con algunas decisiones de la gestión edil. El alcalde y su mano derecha interpretaron eso como una prueba de sus sospechas.

Otra fundadora. De todos estos pormenores, o al menos de gran parte de ellos, estaba al tanto la regidora Milagros Mantilla, otra de las fundadoras del MRDSH y personaje clave en las relaciones que ha entablado Elidio Espinoza con la prensa, la política y el empresariado en los últimos meses.

Mantilla, además, ha tenido un grado alto de discrepancia con ciertas decisiones y hasta manejos dentro de la gestión. Todas ellas encarnadas, principalmente, por el gerente general Ismael Iglesias.

La regidora, quien también ha sido muy cercana a la esposa del alcalde, Regina Prado, no pudo, sin embargo, ser escuchada y sus intentos por discutir varios temas que mortifican a regidores y funcionarios ediles del partido de Elidio se chocaron contra la coraza e intransigencia que habría puesto Iglesias.

“Es como si él (Iglesias) estuviese delante de Elidio siempre como una coraza, pero con la aprobación del mismo Elidio”, ha resumido otra fuente cercana a ellos.

Por este motivo, más que por salud, habría renunciado Milagros Mantilla, un acto que ha sorprendido a propios y extraños. No sería la única, sin embargo, pues de acuerdo a las versiones recogidas por este diario, hay un grupo de militantes -con cargo y sin él- que se encuentra sumamente mortificado por esta situación y por eso alistan sus renuncias. La semana que viene puede ser aún más movida. 

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