Sostiene que no se puede ejecutar obras, sin primero cambiarse las redes de agua y desagüe.
Sostiene que no se puede ejecutar obras, sin primero cambiarse las redes de agua y desagüe.

La paralización de trabajos en conocidas zonas, evidencia que el municipio de Chiclayo no tiene un adecuado plan para superar estos imprevistos

La Municipalidad Provincial de (MPCH) rompe pistas y veredas en uno y otro lado de la ciudad, en su afán de mostrar que es posible renovar la infraestructura pública en menos de un año.

Este apresurado accionar está creando malestar entre los vecinos, y frente a ello el decano del Colegio Profesional de Arquitectos de Lambayeque, Wilmer Ramírez comenta los riesgos que existen.

¿Por qué cree que el municipio de Chiclayo insiste en realizar obras en este tramo final? Bueno, lo hacen para realzar la gestión, pero ojalá sean obras planificadas y presupuestadas. Es un año político, pero no creo que eso justifique hacer obras por todos lados. El municipio tiene que cumplir cabalmente con su rol de ejecutor, porque, al ritmo que van, vemos que hay paralización y eso no debería suceder.

¿Hay una andanada de obras de veredas y pistas y parece todo muy apresurado? Así es, vemos por diferentes puntos que inician el cambio de veredas, parchado de pistas y cambio de redes de agua y desagüe. Reitero que la gestión está obligada a culminar en estos siete meses que quedan. La ciudadanía se forma expectativas y eso no debe ser defraudado.

¿Usted ha señalado que la sociedad civil tiene que estar más vigilante? Es importante eso, los colegios profesionales, la Asociación de Organizaciones de la Sociedad Civil de Lambayeque (Adoscil) y todas las instituciones que están activas tienen que unirse y hacer una presión o vigilancia, para que estos proyectos no queden inconclusos, ya que eso sería tremendamente perjudicial para los vecinos.

Además, tenga en cuenta que no sabemos cuál será la modalidad, sea por administración directa o por contrata, la constante de la municipalidad de Chiclayo es tener problemas con este tipo de inversiones.

Otro tema de preocupación es la avenida Balta, el municipio quiere intervenir en el centro de la ciudad y la población debe conocer cuál es el plan, para prevenir perjuicios económicos y qué harán en situaciones adversas que podrían surgir al momento de la ejecución.

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¿Y una muestra de ello es que la MPCH ha tenido demoras para el pago de las valorizaciones? Claro y ahora vemos que no hay un plan de desvío para el tránsito y tampoco se ha informado a la población beneficiaria sobre lo que están trabajando y cuánto tiempo durará. El transporte es un problema delicado, si cierras una calle, congestionas otro tramo con todas las consecuencias que esto significa, es el caos. O sea, hay riesgo con estas obras.

Hace poco vecinos de Santa Victoria se quejaron por una obra inconclusa, pero no es el único ejemplo. Parece que el municipio está dejándonos nuevos problemas para la transitabilidad? Lo mismo sucedió entre Juan Fanning y Siete de Enero, es desastroso lo que han dejado ahí. El contratista rompió la carpeta asfáltica y no hizo más, han pasado dos años y el tránsito es muy complicado.

Pero los contratistas también tiene responsabilidad? También, pero ellos solo jalan agua para su molino. Si no les pagan valorizaciones no actúan, si el expediente técnico tiene fallas, tampoco dan una solución, por eso es importante el rol de la autoridad. Los contratistas han visto a Chiclayo como su chacra y han abierto zanjas en donde sea, creando un serio problema.

Y tantas obras, pero sin tener en cuenta el estado real de las redes? Son obsoletas sin duda. Ojalá tuvieran claro que no se puede ejecutar obras de pistas y veredas, sin primero cambiarse las redes de agua y desagüe, porque de lo contrario quedará como un maquillaje. Chiclayo tiene infraestructura muy deteriorada, todo requiere de una intervención, pero que se haga por fases.