El distrito de Íllimo fue declarado en estado de emergencia por el plazo de 60 días, debido a peligro inminente de colapso del sistema de alcantarillado.
Esta medida se concretó a través del Decreto Supremo N° 080-2025-PCM, publicado ayer en el diario oficial El Peruano.
De esta manera el Gobierno Regional de Lambayeque y el municipio de Íllimo ejecutarán las acciones necesarias para reducir el riesgo existente y harán la rehabilitación que corresponda.
Dicha labor podrá ser monitoreada por el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) y los ministerios de Salud, Vivienda, Ambiente, Interior y Defensa.
La implementación de las intervenciones previstas en el decreto supremo se financiará con cargo al presupuesto institucional de los pliegos involucrados, sin demandar recursos adicionales al Tesoro Público.
SITUACIÓN DE RIESGO. El alcalde de Íllimo, Juan Pablo Santamaría Baldera, explicó que en la localidad seis mil pobladores están expuestos a sufrir enfermedades.
A la fecha hay hasta 35 puntos críticos donde aflora agua residual, pero de este grupo, solo 17 son atendidos con el apoyo de la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento de Lambayeque (Epsel), ya que fueron identificados tras el ciclón Yaku en 2023.
“Este decreto permitirá trabajar en las zonas que no fueron consideradas en el primer paquete. Así iremos reparando y la otra meta es gestionar una renovación integral de las redes, pero faltan recursos para los estudios y el perfil. Ojalá esta emergencia nos ayude a obtener más presupuesto”, declaró a Correo.
Meses atrás el Gobierno central transfirió S/ 2 millones 500 mil a Íllimo y Epsel sumó S/ 1 millón más para las reparaciones.
Esta vez se espera conseguir una partida por un monto entre los S/ 3 millones y S/ 4 millones para intervenir, a través de IOARR en los 18 puntos que aún faltan.
Y para financiar los estudios técnicos se necesitará un presupuesto por encima de los S/ 500 mil.
Como respuesta a los continuos atoros de las redes de alcantarillado, el municipio tuvo que usar motobombas y by pass para mitigar el problema, y a ello se sumaron las fugas de agua a causa del deterioro de las tuberías.
“Este colapso se agudizó en el 2017 con el Niño Costero, pues el río La Leche inundó la zona urbana y las conexiones quedaron en mal estado”, agregó Santamaría.
La autoridad lamentó que el proyecto de cambio de redes de agua potable y desagüe de Íllimo haya sido excluido de la lista de obras que manejó la extinta Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC).
En aquel momento Reconstrucción transfirió recursos a los municipios. “Mire cuántos años pasaron y no se consideró; de lo contrario ya estaría terminado la obra. Eso dificultó”.

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