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Todo hace indicar que la región de es un buen mercado para la venta de droga, pues durante los últimos años el consumo de los narcóticos ha aumentado y propiciado otros problemas sociales.

Según las cifras que maneja el Departamento Antidrogas (Depandro) de Chiclayo, la población diariamente activa para el consumo de drogas es de 200 mil personas. En su mayoría adquieren la pasta básica de cocaína (PBC) y marihuana.

Es así que la cantidad de microcomercializadores de droga también ha aumentado, duplicándose en el año 2015 el decomiso de “ketes” de PCB.

La estadística de la Policía indica que durante el 2014 se incautó alrededor de 10 mil envoltorios de PBC, mientras que en el 2015 el decomiso de este insumo superó los 22 mil.

El comandante de la Policía Rommel Díaz Paz, jefe de la Depandro de Chiclayo, señaló que esto se debe a que se ha elevado la cifra de las personas que se dedican al negocio de la microcomercialización de drogas, como consecuencia de la demanda de los chiclayanos.

VENTA Y CONSUMO. En su mayoría, las denuncias e intervenciones sobre la venta de droga corresponden a los alrededores de la ciudad o en los pueblos jóvenes.

“Lamentablemente, los cinturones (alrededores) que tiene la ciudad son los más golpeados por el consumo de PBC, porque es ahí donde encuentran su mejor disfraz o cubierta. Adicionalmente, la población circundante, pese a que en algún momento reclaman cuando hay intervenciones, son los que salen a favor de ellos”, manifestó el jefe de la Depandro.

Las drogas que se consumen en la región son básicamente dos: la cocaína, que llega al consumidor tanto en pasta básica de cocaína como en clorhidrato de cocaína, y la marihuana.

“La PBC inunda la zonas de extrema pobreza en la ciudad de Chiclayo, mientras que el clorhidrato solo lo encuentras en zonas exclusivas, como en las discotecas y/o zonas residenciales, mientras que la marihuana es una droga que la consumen ambos estratos sociales, ya que no es tan agresiva y muy cómoda”, señaló Rommel Díaz.

Asimismo, señaló que tanto la cocaína y sus derivados no se producen ni cultivan en la región, sino que provienen de la zona Nororiente del Perú, como son las ciudades de Bagua, Imaza y Condorcanqui. Mientras que la marihuana, pese a que hay un pequeño sector de la población de comercializadores que la siembra en algunos lugares de la región como es el distrito de Olmos, en su mayoría la traen de las ciudades de Huarmaca, Piura y Trujillo.

TÉCNICAS Y OPERATIVOS. Durante el año 2015, el personal de la Depandro fue cambiado en un 80% por las diversas denuncias que tuvieron los agentes policiales en años anteriores.

“Pese a que el consumo y comercialización de narcóticos ha aumentado en la región, la policía antidrogas ha mejorado su técnica de lucha contra el tráfico ilícito de drogas, además el nuevo personal ha permitido que disminuya la corrupción dentro de la institución” acotó el comandante Díaz Paz.

Las técnicas aplicadas - explica el oficial - han sido las de videovigilancia, agente encubierto y colaborador eficaz, permitiéndoles a los agentes, tanto en los operativos como en las investigaciones, un trabajo más preparado y coordinado durante los últimos meses, teniendo como ventaja el factor sorpresa.

Asimismo, el jefe de la Depandro precisó que la efectividad de sus operativos se debe a los allanamientos que se han realizado en cada una de las intervenciones.

“El año pasado hemos aplicado una nueva forma de trabajo que es la de llegar en vehículos particulares, hacer el allanamiento, romper, entrar y encapsularnos en la casa. Inmediatamente después llegaba Radio Patrulla y la Unidad de Servicios Especiales para hacer las líneas de defensa” explicó Rommel Díaz.

Es de esta manera que en las intervenciones se evitó las agresiones policiales y que los vecinos o familiares, que viven en los alrededores de la casa allanada, impidieran que los implicados sean detenidos y conducidos a las instalaciones policiales.

“Hemos sido muy creativos, pues no contamos con un presupuesto asignado para las intervenciones, por eso muchas veces hemos llegado en mototaxi o vehículos particulares, pues el carro de la fiscalía como el de la policía son muy evidentes, lo que ha conllevado a que transformemos a los ciudadanos en policías cívicos.” manifestó el jefe antidrogas.

Delitos. Pero el trabajo de la Policía no ha sido de forma aislada, sino de maneja conjunta con la Fiscalía Antidrogas de Lambayeque. Este trabajo coordinado permitió que, durante el 2015, se hicieran más de 80 allanamientos.

Este trabajo ha servido como base para la condena de más de 60 personas que actualmente se encuentran recluidas en el penal, comentó Rommel Díaz.

La presidenta de la Junta de Fiscales Superiores de Lambayeque, Giovanna Del Río Carreño, señaló que la finalidad de los allanamientos es encontrar la flagrancia del delito y la mayor cantidad de evidencia para poder obtener suficientes elementos de convicción y lograr una condena firme.

“Estas condenas nos ayudarán a sacar de circulación a los microcomercializadores, al menos por el tiempo que estén recluidos y evitar que ese punto de negocio vuelva a ser reactivado por algún familiar cercano” precisó la fiscal decana.

Señaló que durante el año 2015 se ha logrado la condena de 4 a 5 persona al mes, ayudando de esta manera a la policía a poder controlar mejor las zonas de mayor índice de consumo de drogas.

Asimismo, la magistrada resaltó el trabajo coordinado de la policía con la fiscalía, pues ayudó a mejorar el tema de seguridad ciudadana, reduciendo los focos de venta al aplicar una política adecuada en el uso de las técnicas de investigación.

“El aplicar la videovigilancia de manera adecuada, el realizar los allanamientos a la hora que los microcomercializadores están en actividad, es un trabajo más acertado, pues permite tener suficientes elementos probatorios y alcanzar una sentencia con más de 6 años de pena” manifestó Giovanna Del Río.

Además, precisó que los delitos menores, como los hurtos o arrebatos, son realizados en su mayoría por los consumidores de droga, quienes al no tener dinero para adquirir los “pacos” o “ketes”, se dedican a realizar hechos ilícitos.

“La policía en todas sus intervenciones encuentra tarjetas de crédito, DNIs de diferentes personas, celulares y otros objetos que dan evidencia que los intervenidos se han dedicado a los hurtos o arrebatos” manifestó Del Río Carreño.

Finalmente, la magistrada dijo que la presencia de la fiscalía está en todos los operativos realizados por el Departamento Antidrogas, destacando una buena coordinación entre ambas instituciones, por lo que dijo esperar que este año se trabaje de igual manera.

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