Con más de 27 años de fundación, el sector San Francisco de Asís es el barrio más grande del conglomerado de los 12 pueblos jóvenes ubicados en la carretera a , y uno de los que más sufre por la falta del saneamiento básico.

Para conocer la realidad de esta zona, Correo llegó hasta este barrio, donde su dirigente, Rómulo Dávila Barrigas, nos brindó detalles de lo que la población sufre para tener agua, así como la contaminación ambiental y delincuencia.

CALLADO. Algo que llamó la atención de este sector fue la tranquilidad en sus calles, esto a diferencia de los pueblos vecinos, lo cual se debe, según, Rómulo Dávila, a que la mayoría de moradores sale a trabajar a diferentes puntos.

“La gente mayormente trabaja en Chiclayo, algunos se dedican al negocio informal, otros a la construcción, otros al trabajo doméstico, otros en los campos en las empresas agroindustriales cercanas”, comentó.

Dávila Barrigas evoca que, San Francisco de Asís se creó, primero, a través de una ley pecuaria, mediante la cual la empresa azucarera Pomalca le cedió a un grupo de sus trabajadores estos lotes como compensación por su tiempo de servicio.

“Posteriormente, un grupo de personas gestionaron y terminaron constituyendo una asociación”, refiere.

Pero en San Francisco de Asís también carecen del saneamiento básico, como es el agua potable y el desagüe, es por eso que, al igual que los barrios cercanos, es normal encontrar los pozos sépticos en las afueras de las viviendas.

“Por acá casi no viene el hidrojet para evacuar las aguas servidas de los pozos cuando se llenan, esto sucede porque el costo del servicio es caro, más se utilizan las motos cargueras, las mismas que han habilitado unos tanques que absorben los residuales y lo llevan a botar al dren de la cachaza, es por eso la pestilencia por acá”, comentó el directivo.

A esto se suma, según Dávila, que al desagüe de la fábrica de Pomalca, por donde sale el agua con la que lavan la caña de azúcar, se conectan clandestinamente los asentamientos humanos que están en ese camino, los mismos que hasta han instalado tubos al dren de la cachaza provocando hedores insoportables.

Una situación peculiar viven con el agua, ya que en las casas es común que exista una noria, la cual solo usan para lavar ropa y en los servicios higiénicos, más no para consumo humano.

“Caso contrario esperamos a las cisternas o motos cargueras que nos venden el agua”, señaló.

Pero existe otra manera de tener agua en su vivienda, ya que privados con enormes tanques instalados a los alrededores, distribuyen a través de tuberías de plástico semi enterradas por las calles el líquido elemento, el cual tampoco es apto para consumo humano.

“Esos tubos que se aprecian por las calles vienen desde los tanques, por lo cual el usuario paga un costo, es decir, en medio de la necesidad aparece el ingenio”, comentó.

DELINCUENCIA. Los robos y asaltos en San Francisco de Asís están a la orden del día, esto a pesar de que los pobladores pagan servicio de Serenazgo a la comuna chiclayana.

“Roban a cada rato, sobre todo de noche cuando uno baja en la pista donde te deja el combi; igual sucede con la venta y consumo de droga que se da al lado del colegio Miguel Cervantes, esto sucede porque la Policía pasa de vez en cuando por acá”.

Otro grave problema es el deficiente recojo de la basura.

“El camión pasa a la semana o cada 15 días, por eso la gente arroja sus desperdicios en la pista convirtiéndola una especie de contenedor público para que cuando venga la compactadora, la recoja”, acotó.

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