Autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) Región Norte, como medidas de bioseguridad para evitar que más reos mueran infectados de la Covid-19, decidió cambiar de pabellón a todos los reos ancianos.
Autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) Región Norte, como medidas de bioseguridad para evitar que más reos mueran infectados de la Covid-19, decidió cambiar de pabellón a todos los reos ancianos.

Autoridades del Región Norte, como medidas de bioseguridad para evitar que más reos mueran infectados de la Covid-19, decidió cambiar de pabellón a todos los reos ancianos.

Servidores del Inpe dieron a conocer que en las últimas horas han cambiado a 120 internos mayores de 60 años de edad, hacia las celdas donde anteriormente las mujeres cumplían condenas o prisiones preventivas.


VULNERABLES

Esto se dio luego que casi todas las féminas fueron lanchadas a otras cárceles del país.

Ahora esos pabellones están siendo utilizados por los más vulnerables, los cuales tiene una capacidad para 250 presos.

Cabe indicar que el recinto penitenciario está en total hacinamiento, pues fue construido para cerca 2 mil reos, pero ya tiene albergados a casi 5,000 presos que cumplen diversas sentencias.

“En el pabellón A que era de mujeres ya están reubicando a los internos del pabellón de mínima y son mayores de 60 años, actualmente ya pasaron a 120 internos, pero tiene una capacidad para 250 presos. Conforme vayan evaluándolos los están trasladando. Ellos son los más vulnerables y si se contagian entre toda la población penal pueden hasta morir. Ahora con esta segunda ola puede ser lo peor”, añadió un trabajador.

Dio a conocer que a los nuevos ingresantes al establecimiento carcelario, primero los tienen 15 días en evaluación y luego otros 15 días más en observación para determinar que no estén infectados del temible virus.

Por otro lado, fuentes de Correo indicaron que aún no ha sido trasladada al penal de Pacasmayo la reclusa Giovanna Luna Rojas, quien cumple 12 meses de prisión preventiva por el presunto delito de colusión agravada.

Es acusada del presunto direccionamiento y sobrevaloración de productos de bioseguridad contra la Covid-19, valorizados en S/ 1′258,431.

La fuente aseguró que la imputada permanece internada en una clínica de Chiclayo, desde el 3 de febrero, cuando fue derivada para unos exámenes de ecografía y cardiología. Hasta la fecha continúa allí.

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