El sistema de limpieza pública en Chiclayo, capital de Lambayeque, opera con menos de diez compactadoras para atender a casi 300.000 habitantes solo en su distrito central; esta cifra según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) de 2023.
De las 14 máquinas adquiridas en la gestión del exalcalde Marcos Gasco Arrobas, solo cinco están operativas. Las restantes se encuentran fuera de servicio por fallas o falta de mantenimiento.
El servicio, que funciona en tres turnos diarios, sufre la falta de maquinaria. Actualmente hay 4 motocargueras —aunque el municipio asegura contar con 7 u 8— y 2 camiones baranda, 1 en mantenimiento. Este diario accedió a fotografías de la situación de las unidades en el local de limpieza pública.
“Solo tenemos entre cinco y siete compactadoras operativas. La basura se recoge con mucha restricción”, señaló un obrero municipal, quien pidió anonimato. Su experiencia coincide con la acumulación frecuente de residuos en diversas zonas.
Al respecto, los obreros evalúan reunirse pronto con la alcaldesa de la Municipalidad Provincial de Chiclayo (MPCh), Janet Cubas.

PUNTOS CRÍTICOS.Las avenidas Augusto B. Leguía, Agricultura, 9 de Octubre, Belaúnde y Evitamiento concentran constantes cúmulos de basura. Estos puntos, cercanos a mercados y paraderos, se han convertido en focos de contaminación con malos olores y proliferación de insectos.
La versión oficial ofrece otra perspectiva. Christian Escobar Gil, subgerente de Residuos Sólidos de la MPCh, aseguró a Correo que la comuna dispone de 9 compactadoras, 7 u 8 motocargueras y dos camiones baranda (uno en mantenimiento), además de tres vehículos “en proceso de recuperación”.
“Hay información inexacta (desde terceros). Lo que podemos decir es que hay nueve compactadoras operativas y tres en proceso de recuperación. Un llamado de atención a los vecinos para que no arrojen la basura fuera de horario y esperen el camión”, manifestó.
No obstante, los trabajadores del área sostienen que muchas unidades no funcionan o presentan fallas recurrentes que las mantienen fuera de servicio.
“Solo contamos con cinco a siete compactadoras. Hay personal disponibles para el recojo, pero la maquinaria es insuficiente”, recalcó un obrero de limpieza pública.
Ante ello, Escobar Gil anunció una próxima convocatoria para adquirir 8 compactadoras y 4 volquetes, con la intención de mejorar la recolección y reducir los focos críticos. “Estamos comprometidos a fortalecer la flota para que Chiclayo fortalezca la recolección de residuos”, afirmó.
“Estamos a puertas de iniciar una convocatoria para compra de maquinaria”, añadió Escobar.
Mientras tanto, los vecinos conviven con bolsas rotas, olores y moscas. La llamada “Ciudad de la Amistad” enfrenta un desafío que trasciende lo estético: recuperar la dignidad de sus espacios públicos.
Por otro lado, el regidor Eduardo Díaz Chaname solicitó a la Subgerencia de Residuos Sólidos detalles sobre las acciones para involucrar a la población en la reducción de residuos en las calles, subrayando la importancia de la responsabilidad ciudadana.
“Los vecinos, así como otros actores sociales, deben ser educados para no ensuciar las calles”, explicó.
SIN SENSIBILIZACIÓN. En los barrios emergentes de Chiclayo, es común ver a personas empujando o pedaleando triciclos cargados de residuos.
Estos trabajadores informales ofrecen un servicio de recolección de basura a cambio de unas monedas, pero enfrentan un gran desafío: al no contar con un destino adecuado para los desechos, muchos terminan depositándolos en cualquier esquina. Así lo subrayó el funcionario Escobar.
Cabe indicar que trabajadores piden al secretario del Sindicato de Obreros, Gavino Llatas, intervenir en crisis de falta de maquinaria.
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