Ríos de basura invaden las calles de José Leonardo Ortiz
Ríos de basura invaden las calles de José Leonardo Ortiz

Como recorrer un laberinto gigante de desperdicios y malos olores. En realidad, es difícil hallar un símil que describa de manera precisa lo que significa caminar por las calles de José Leonardo Ortiz, en vías enteras donde la basura parece brotar del pavimento y la inmundicia se expande hasta invadirlo todo: veredas, pistas y sardineles. Una situación que, durante los últimos meses del 2017, no hizo más que agravarse.

Ayer, José Leonardo Ortiz, el segundo distrito más poblado de Lambayeque, inició el nuevo año en las mismas condiciones. Hace poco, la representante de la Dirección de Salud Ambiental, Liliana Díaz Ríos, señaló que evaluaban la posibilidad de declarar la jurisdicción en emergencia sanitaria ante el inminente peligro que representan los desechos acumulados en varios tramos de las avenidas más transitadas, como México, Sáenz Peña, Kennedy y otras.

Mientras tanto, la tarea pendiente sigue siendo la lucha contra el olvido, una responsabilidad que atañe tanto a las autoridades distritales como a los mismos ciudadanos.

ANTECEDENTE. Según las proyecciones hechas en su momento por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la población del distrito leonardino superaba los 193,000 habitantes hacia mediados de junio del 2015. A diario, se estima que unas 200 toneladas de basura se acumulan en las calles, aunque esta cifra podría ser mucho más alta.

De llegar a declararse la emergencia sanitaria, no sería la primera vez que esto ocurre desde que el actual alcalde distrital, Epifanio Cubas Coronado, asumió el cargo. En noviembre del 2016, la Dirección General de Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria (Digesa) hizo lo propio mediante la resolución directoral N° 155-2016/DIGESA/SA, en base a una serie de informes emitidos por la Gerencia Regional de Salud.

En aquel entonces, la mencionada resolución declaraba el estado de emergencia sanitaria debido al “manejo inadecuado de los residuos sólidos”, por un plazo de 7 días. Advertía, además, que entre enero y agosto del 2016 la cantidad de puntos críticos en José Leonardo Ortiz pasó de 25 a 35, mientras que el riesgo sanitario se mantuvo entre muy alto y regular.

De acuerdo al documento, la comuna tuvo un plazo inicial de 5 días para realizar la limpieza de todas las calles y espacios públicos, así como enviar los residuos a un relleno sanitario. Además, el municipio debía presentar un plan de acción para poner orden en cuento al recogo y manejo de los resiudos sólidos, para finalmente emitir un informe sobre todas las acciones ejecutadas. Posteriormente, la Digesa amplió por 30 días más el plazo otorgado en la resolución.

Más de un año después de emitida esta última y con una evaluación que además fue confirmada por el gerente regional de Salud, Pedro Cruzado Puente, todo parece indicar que la historia podría repetirse.

MAL ASPECTO. A pocos metros de la Municipalidad Distrital de José Leonardo Ortiz y de la Plaza Cívica, en plena avenida Sáenz Peña, los cúmulos de basura empiezan a distribuirse en cada cruce de calles. Cuadras más adelante, el aspecto de la avenida México no es mejor: bolsa sobre bolsa de desperdicios, cajas y hasta colchones viejos se ubican en los sardineles.

La falta de maquinaria y el desgobierno que prima en la comuna parecen ser algunos de los factores que influyen en esta situación. En diciembre del año pasado, el alcalde Epifanio Cubas tuvo que retirarse a bordo de un patrullero y evitar así ser alcanzado por una turba de obreros y empleados que esperaban su salida del Banco de la Nación para reclamarle por sus pagos atrasados.

Susto y líos de por medio, finalmente los trabajadores, entre los que figuraban los encargados de la limpieza pública, cobraron lo que les debían, aunque esto no se vería reflejado en las calles. Tras una reciente campaña de limpieza, el propio burgomaestre reconoció que no se dan abasto para recoger el 100% de los desperdicios que la población genera a diario.

“Es cierto solo tenemos nueve máquinas para recoger la basura y con ayuda del gobierno regional y convenios que estamos haciendo apenas alcanzamos a recoger el 70% de la basura. Esperamos que en dos meses podamos conseguir las diez máquinas que estamos gestionando” manifestó por entonces Epifanio Cubas Coronado.

MERCADO. Una realidad igual de dramática es la que se vive en los alrededores del Mercado Moshoqueque, el emporio comercial que es uno de los más grandes del país y cuyos problemas son casi tan grandes como los del distrito leonardino entero.

Que la avenida Kennedy esté llena de basura proveniente de los comercios de Moshoqueque está prácticamente visto como algo normal. Cada cierto tiempo, maquinaria del Gobierno Regional de Lambayeque logra retirar los desperdicios, pero el espacio no demora en ser cubierto nuevamente.

En medio de los montículos, algunos recicladores caminan buscando con la mirada aquello que les pueda servir para ganar algo de dinero. Los mismos mototaxistas tienen que sortear no solos los baches, que también abundan en las pistas leonardinas, sino también las bolsas plásticas rellenas con toda clase de residuos, mientras que los transeúntes no ocultan su gesto de desagrado al tener que pasar por estas calles.

Una historia similar se repite en vías como Dorado, Agricultura, Leguía y, por supuesto, en la avenida Chiclayo, donde los moradores incluso han empezado a crear gigantescas hogueras para deshacerse de la basura acumulada. El resultado: más contaminación, esta vez en forma de humo.

La situación del distrito ha ocasionado también que la Fiscalía llegue a investigar al alcalde Epifanio Cubas, en su momento, por el presunto delito de contaminación ambiental, aunque hasta la fecha no existan mayores alcances sobre dicho proceso.

Mientras los próximos días serán decisivos para saber si este problema llega al extremo de ocasionar una nueva declaratoria de emergencia sanitaria, se esperan mas accionesde desde todos lo flancos: autoridades y población.

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