Le dispararon directo en la cabeza, dos balazos. Los seres queridos dieron a conocer que, sus restos serán velados y enterrados en un cementerio de la capital de la Amistad.
Le dispararon directo en la cabeza, dos balazos. Los seres queridos dieron a conocer que, sus restos serán velados y enterrados en un cementerio de la capital de la Amistad.

Por un presunto ajuste de cuentas, un ciudadano de nacionalidad venezolana, fue asesinado de dos balazos por parte de unos sicarios.

Este accionar delictivo contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de homicidio calificado, se registró a las 10:30 de la noche del último martes, cuando José Gregorio Álvarez, de 19 años de edad, transitaba por el frontis del inmueble ubicado en la manzana S, lote 19 de la urbanización Ciudad del Chofer en Chiclayo.

CRIMEN. De acuerdo a la información policial, dos individuos a bordo de una motocicleta serían los que interceptaron al extranjero, a quien luego sin mediar palabra alguna le dispararon, impactando los proyectiles directo en la cabeza.

El venezolano quedó tendido en la vereda y en medio de un charco de sangre. Murió de manera instantánea.

Los vecinos de la zona, al escuchar el fuerte estruendo salieron de inmediato de sus domicilios y se percataron que desconocidos huían a toda velocidad en un vehículo motorizado con rumbo desconocido.

Asimismo, vieron el cuerpo de un joven tirado en la zona, en posición decúbito lateral. Rápidamente llamaron a la Policía del área de Homicidios de la División de Investigación Criminal (Divincri), cuyos agentes al llegar constataron que ya no presentaba signos vitales.

El caso fue comunicado a un representante del Ministerio Público, así como a peritos forenses, para proceder a realizar con el respectivo levantamiento del cadáver e internamiento en la morgue, para que se le practique la necropsia correspondiente.

Luego de dos horas, también informaron a los familiares que a su ser querido le habían quitado la vida de manera violenta.

Ayer en la mañana en el Instituto de Medicina Legal, los familiares indicaron que, José Gregorio Álvarez, desde hace cuatro años ingresó al Perú y se dedicaba a trabajar como estibador en el mercado Moshoqueque del distrito de José Leonardo Ortiz.

El día del terrible suceso estuvo descansando en el cuarto que alquilan cerca al centro de abastos, de pronto salió a la calle sin decir a qué lugar iba. “Era un joven tranquilo, no tenía enemigos, jamás nos contó que había sido amenazado. No entendemos cómo pudieron matarlo a mi hermano. Exigimos justicia para que su muerte no quede impune y que se investigue para dar con los responsables”, sostuvo Carla Álvarez.

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