En la región Lambayeque, por temor a que los asesinen al igual que en la ciudad de Lima o simplemente les quemen sus vehículos, al menos unos 60 transportistas de cinco empresas han optado por continuar pagando un cupo de extorsión.
Pago de cupos por temor
Fuentes de la Policía Antiextorsiones de la División de Investigación Criminal (Divincri) revelaron que tienen conocimiento que 40 combis y cerca de 20 colectivos que cubren la ruta desde Chiclayo hacia los pueblos de Lambayeque, sus propietarios otorgan entre 5 y 10 soles de manera diaria por cada unidad y así puedan trabajar normalmente sin que nadie los moleste.
Los detectives aseguran que el pago lo realizan a través de sus empresas, cuyo dinero luego va a manos de los integrantes de una organización criminal de Trujillo injertados con chiclayanos que está enquistada en la capital de la Amistad.
“El tema es que los Transportistas no quieren denunciar por temor a que les quemen sus vehículos o maten a algunos de ellos como lo hacen en Lima, Callao y en el mismo Trujillo. Es la misma modalidad de antes que tenían con el extorsionador alias Burro. Tenemos conocimiento que los transportistas que pagan de manera diaria son los que trabajan para Illimo, Jayanca, Mochumí, Pacora, Olmos y hasta Motupe, entre otros distritos”, sostuvo uno de los investigadores de la Divincri.
Asimismo, indicó que tratan de actuar de oficio, pero los mismos transportistas se niegan a colaborar, para poder desbaratar la red delictiva que pretende expandir sus tentáculos a otras empresas en toda la región Lambayeque.
“Nuestra área Antiextorsiones hemos capturado a varios implicados en el delito de extorsión y muchos están purgando prisión preventiva porque los agraviados han colaborado, han denunciado. Seguimos firmes en las investigaciones que aún tenemos pendientes y en cualquier momento desarticulamos otra red criminal”, añadió.





