Residentes de una zona aledaña a las vías del tren en el Callao manifiestan inquietudes ante la implementación de un nuevo servicio ferroviario, mientras esperan información oficial sobre posibles medidas de seguridad o reubicación.

En el asentamiento humano Gambetta Alta, ubicado en el Callao, las vías del tren han formado parte del paisaje por décadas. Sin embargo, la llegada de un convoy de pasajeros donado por Estados Unidos, parte del proyecto Lima-Chosica, ha generado preocupación entre los residentes, cuyas viviendas se encuentran a escasos metros de los rieles.

De acuerdo con estándares técnicos, debería existir una zona de seguridad de al menos 20 metros a cada lado de las vías. No obstante, en este sector, muchas casas están construidas a menos de un metro de distancia.

Algunos reconocen no contar con títulos de propiedad, pero destacan que se establecieron en el área hace más de 30 años, cuando las vías no tenían un uso regular.

Los habitantes de la zona relataron a este medio cómo se han adaptado a la presencia del ferrocarril. “Cuando pasa el tren, entramos a la casa, cerramos la puerta y esperamos a que pase”, comentó, a Canal N, un vecino que reside en el lugar desde hace más de 40 años.

Aunque señaló que no han registrado accidentes graves en su familia, mencionó que en el pasado ocurrieron incidentes que involucraron a otras personas y animales.

“Algunas personas cruzan sin precaución. Hemos tenido que auxiliar a quienes quedaron atrapados en las vías”, agregó.

Hasta el momento, las autoridades no han brindado detalles sobre posibles medidas de mitigación de riesgos, reubicaciones o protocolos de seguridad para los residentes.

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