La delincuencia vuelve a sacudir Lima Este. Un bus de la empresa de transporte público ETUSA, que cubre la ruta de San Juan de Lurigancho (SJL) a Magdalena, fue baleado por presuntos extorsionadores mientras circulaba cerca del paradero 4 de la zona de Huáscar.

El ataque se produjo en medio de un contexto donde el Gobierno ha dispuesto estados de emergencia para frenar los altos índices de criminalidad en varios distritos de la capital, pero los resultados parecen insuficientes. Según los primeros reportes, no se registraron víctimas, aunque el hecho generó pánico entre los pasajeros y trabajadores.

Testigos relataron que los pasajeros descendieron del bus en medio del caos y el temor. Al lugar acudió personal de la Policía Nacional del Perú (PNP) para realizar las primeras diligencias y abrir una investigación que permita identificar a los responsables.

Pero el ataque no quedó ahí. Según reportó el noticiero 24 Horas, los atacantes —presuntos integrantes de la organización criminal “La Nueva Generación 52”— enviaron un mensaje extorsivo vía WhatsApp al conductor del bus siniestrado. En el texto, los delincuentes advertían que de no establecer un “acuerdo económico” con ellos y con “la gerencia” de la empresa, tomarían represalias más graves.

La banda criminal incluso calificó el tiroteo como “la última advertencia”, e instó a los transportistas a no dar aviso a las autoridades. La PNP sospecha que estos delincuentes estarían vinculados a otra organización conocida como “La batería de Panameño y Pegajoso de la 52”, también activa en la zona.

El hecho vuelve a poner sobre la mesa el creciente riesgo que enfrentan empresas de transporte público y usuarios en diversas zonas de Lima, donde los ataques armados y amenazas extorsivas se han vuelto cada vez más frecuentes.