La empresa de transportes Santa Catalina suspendió sus operaciones este lunes luego de que uno de sus buses fuera atacado a balazos en San Juan de Lurigancho.

El hecho ocurrió cerca de la medianoche en la cuadra 12 de la avenida Canto Grande, cuando desconocidos dispararon en cuatro ocasiones contra la unidad de la ruta C, impactando cerca del área del conductor, informó América Noticias.

Según trabajadores del paradero, el chofer resultó ileso y logró trasladar el vehículo al patio de maniobras. Sin embargo, el ataque generó alarma entre el personal, quienes, pese a presentarse en sus turnos matutinos, se negaron a laborar por temor a nuevos incidentes.

Extorsión y amenazas

En el lugar se halló una carta extorsiva firmada por el grupo Los Injertos de San Juan de Lurigancho, que exigía a la empresa “alinearse” bajo la amenaza de asesinar a un conductor si no establecían contacto en 24 horas. La misiva incluía un número telefónico para comunicarse.

Santa Catalina, que transporta a más de 80,000 pasajeros diarios, cubre rutas clave entre Canto Grande, San Gabriel, Puente Nuevo, avenida Arenales, avenida México y San Juan de Miraflores.

Este no es el primer atentado que sufre la compañía: en septiembre de 2024, un hecho similar en Villa María del Triunfo fue atribuido a La Batería de San Juan de Lurigancho.

Ante la reiterada violencia, conductores y cobradores decidieron no operar hasta que se aseguren medidas de protección. Aunque representantes de la empresa instaron a reanudar el servicio, los empleados priorizaron su integridad. El patio de maniobras permaneció abierto, pero la mayoría optó por guardar silencio por miedo a represalias.

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