Esta semana, un estudiante universitario y una pareja de esposos tomaron la fatal decisión de poner fin a su propia vida. En diálogo con Correo, el psiquiatra Carlos Bromley señaló las posibles causas de estos desenlaces y cómo evitarlos.
¿Qué condiciones pueden influir en una persona para suicidarse?
La población universitaria forma parte de un grupo muy afectado por diferentes motivos. El primero de ellos es la COVID-19. Estuvimos tres años confinados y esta población perdió la posibilidad de tener vínculos y relaciones presenciales que brindaban algún tipo de acompañamiento en el inicio de la etapa adulta.
¿Cuáles son las otras afectaciones?
La inseguridad ciudadana. Yo creo que esto nos está afectando a todos, pero sobre todo a esta a esta juventud que ve limitada sus posibilidades de activar su vida social como lo hicimos nosotros. Están con presiones por acabar la carrera y viviendo en un entorno donde hay que tener mucho cuidado con lo que uno hace en la calle.
¿Estas condiciones también afectan al público en general?
La población adulta, a diferencia de los jóvenes que ven al futuro como un problema, se enfrenta día a día con problemas muy serios. Ellos tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad de su familia y a veces tienen dificultades para eso. Otro problema que tienen los adultos es la carencia de espacios para compartir la vida familiar con los hijos, pero sobre todo con la pareja. No vemos a nuestra pareja por mucho tiempo y eso también afecta la salud mental.
¿Cuáles son los signos que nos advierten estos desenlaces?
Hay que identificar cambios en el comportamiento habitual de nuestro ser querido. Eso ya nos indica que algo pudiera estar ocurriendo. El insomnio es una clarinada de que algo está pasando. Si esto se convierte en algo rutinario, de cuatro o cinco días, ya es una alerta, La irritabilidad, la poca tolerancia y el pobre control de impulsos nos indican que algo está sucediendo. El aislamiento es una señal de alerta.
¿Cómo debemos actuar ante estas alertas?
A través de una comunicación fluida, comenzar a indagar sobre la situación de estas personas. Un diálogo abierto, franco, a través del cual se le diga a la persona que se le ve diferente. Se le puede preguntar si algo anda mal. El Ministerio de Salud tiene la Línea 113 opción 5, gratuita, las 24 horas del día para que los psicólogos brinden consejería y asesoría en salud mental.
¿Los patrones son similares?
No hay que olvidar que de todas las personas que se han suicidado, aproximadamente el 70% padecía de depresión grave. Si no estamos atentos, no nos vamos a dar cuenta del cambio de conducta. Inclusive, a veces las personas que se van a suicidar comienzan a verbalizar cosas. Dicen, ‘Bueno, ya no voy a dar problemas’. ‘Ya mañana no voy a estar acá’ o ‘Ya pronto no voy a estar acá’.
¿Cuál es la situación de la salud mental en el país?
La situación real es que históricamente, antes del año 2012, la atención de la salud mental en el país estaba centralizada en los hospitales psiquiátricos. Donde inclusive tenía que venir gente de provincias a atenderse. En 2012 se dio la Ley 29889, que creó los servicios de Salud Mental comunitarios. Esto nos ha permitido mejorar la oferta de servicio de salud mental. Sin embargo, esto es algo progresivo.
¿Por qué no se le da prioridad a la salud mental?
Se debe al estigma. Hace dos años, se consideraba que a las personas con problemas de salud mental no había forma de tratarlas, que eran irrecuperables y que debían aislarse. Y ahí se crearon los manicomios. Ese estigma, lamentablemente, aún perdura a pesar que hay tratamientos modernos.
¿Cree que se invierte lo necesario en salud mental en el país?
Creo que sí se están haciendo todos esfuerzos por mejorar la inversión en salud mental, y ya ha mejorado notablemente, pero necesitamos una mayor inversión para que continuemos con este proceso de mejora. Necesitamos mejorar la oferta de servicio de mental en la comunidad. Necesitamos poner profesionales de salud mental, comenzando por psicólogos en los colegios. Hay leyes que hablan de esto, pero pareciera ser que, nuevamente, el tema presupuestal no lo permite. Es necesario mayores esfuerzos de todos para mejorar.
Carlos Bromley
Psiquiatra. Profesional de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud. Se desempeñó como director de esta importante área, con la consigna de que la salud mental es responsabilidad de todos.
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