En un país que se considera emergente, económicamente estable, y seguro -según las autoridades de turno- la informalidad no da tregua y subsiste a todos los intentos por revertirla.
Y así fue comprobado una vez más cuando la Municipalidad de Lima, a través de su vocero Mario Casaretto, señaló que al menos el 80 % de viviendas o quintas ubicadas en Barrios Altos y el Centro Histórico son utilizados como almacenes ilegales.
Como se sabe, en uno de estos depósitos informales se inició el enorme incendio que destruyó varios edificios en la zona y que aún mantiene focos encendidos, pese al esfuerzo de los bomberos.
Esta peligrosa situación persiste por la nula de previsión e irresponsabilidad de los dueños de la mercadería, y la falta de recursos de los propietarios de estos predios, que alquilan los espacios.
Situación
“El Centro Histórico y Barrios Altos, prácticamente, en un 80% están invadidos de mercadería bajo una modalidad agresiva porque se usurpa viviendas de personas que quizá tienen bajos recursos económicos”, dijo Casaretto en diálogo con la Agencia Andina.
En este sentido, el funcionario recalcó que los comerciantes “se aprovechan” de las carencias para usar las salas, comedores de estas personas y mandarlos “a su dormitorio o a la azotea”.
“De tal manera que el primer y segundo piso se convierten en un depósito o almacén clandestino”, advirtió.
Como se sabe, los almacenes ilegales que resultaron afectados por el incendio de Barrios Altos estaban repletos de productos inflamables, como juguetes para la próxima campaña navideña, artículos plásticos, material utilizado en fiestas infantiles en reuniones, entre otros, expuso el funcionario.
Luego del fuego, muchos comerciantes reconocieron que almacenar sus productos en estos predios fue un error.