La empresa de transporte El Rápido suspendió por completo sus operaciones desde el domingo luego de que un sicario disfrazado de pasajero asesinara a uno de sus conductores en Los Olivos.

Los trabajadores exigen justicia y mayores garantías de seguridad para retomar sus labores, informó América Noticias.

Carlos Advíncula Nieto, conductor de la línea J, fue asesinado la noche del sábado mientras manejaba por la avenida Universitaria. Según testigos, el atacante subió al vehículo como pasajero, esperó a que el bus avanzara y, en una zona poco transitada, le disparó a quemarropa.

Advíncula, quien tenía 10 años en la empresa, falleció al instante tras recibir tres impactos de bala. Las cámaras de seguridad captaron al sicario huyendo en una moto junto a un cómplice.

Rutas paralizadas y temor generalizado

Tras el crimen, los choferes decidieron no retomar sus labores por segundo día consecutivo, afectando ocho rutas, incluyendo Carabayllo–San Miguel y San Martín–Huachipa.

“No hay garantías. Nos matan trabajando y nadie hace nada. Esto no puede seguir así”, declaró un conductor anónimo fuera de servicio.

Los trabajadores denuncian que las extorsiones son constantes y que las promesas de seguridad no se cumplen.

“Dicen que arreglan con los delincuentes, pero es mentira. Recién cuando nos matan, reaccionan”, afirmó otro chofer que optó por no volver a manejar.

Este no es el primer ataque contra conductores de El Rápido. El 22 de noviembre de 2024, otro chofer fue asesinado en San Juan de Miraflores, y el 7 de abril, un bus de la línea 42 fue baleado en San Martín de Porres.

Todos los casos estarían vinculados a extorsiones, donde los delincuentes exigen “cupos” a los dueños de las unidades bajo amenazas de muerte.

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