Suboficial José Salas (Foto: Difusión)
Suboficial José Salas (Foto: Difusión)

Hace tres días, la Policía Nacional rindió un homenaje póstumo al suboficial José Carlos Salas Valle quien es uno de los 17 efectivos fallecidos a consecuencia del en el Perú.

El último domingo, su viuda Wendy Espinoza reveló a América Noticias, los dramáticos momentos que atravesó Salas Valle por supuestamente no haber recibido la atención oportuna en una clínica privada tras un convenio con la institución policial.

MIRA: Separarán a generales y coroneles de la Policía involucrados en compras sobrevaloradas

Como se escucha en el audio, el suboficial se queja por el fuerte dolor que siente y la dificultad que tiene para respirar cuando se encontraba en la cama del centro médico privado. “Estoy aquí hace rato. Nadie me atiende. Tengo problemas para respirar. No me ponen el oxígeno, me canso hablando”, menciona.

MIRA: Suboficial muere de un disparo en la cabeza en comisaría de San Borja

También, cuando le cuenta a su esposa que ni una pastilla le dan para aliviar el severo dolor estomacal. “Tengo dolor estomacal, nada me traen, ni una pastilla. Todo el día Wendy”, precisa.

“Escuchaba sus gritos pidiendo ayuda al personal médico”

Al respecto, Wendy Espinoza consideró que la situación vivida por su esposo debe conocerse para que no se repita con otro de los más de 1 300 policías contagiados con COVID-19 en el país, en el caso de los que requieren de internamiento.

MIRA: La Victoria: segundo grupo de varados de Piura y Ucayali fueron instalados en Plaza Manco Cápac

“Se sentía muy mal. Ya no tenía fuerzas para hablar. No había diálogo de los médicos con los pacientes, solo le ponían la medicina y se iban”, afirmó.

Evidentemente, consternada relató que su esposo “sufrió bastante” no solo por el propio dolor de la enfermedad, sino también por indebida atención de la clínica. Dijo que escuchó sus gritos clamando ayuda al personal médico.

“Mi esposo sufrió bastante. Yo lo viví en carne propia porque yo vivía parada en la clínica... frente al parque, escuchaba los gritos de él (pidiendo al personal médico) que lo ayuden”, expresó la viuda quien se trasladó de Tingo María a Lima porque su esposo radicaba solo en la capital.

Incluso, Espinoza refirió que ella se vio obligada a comprar las medicinas en vez que la clínica cubra con esos gastos.

"Yo compraba algunas medicinas, hasta las aguas. No habían en la clínica”, acotó.

Los desgarradores audios que dos policías enviaron a sus familias antes de morir por coronavirus