Más de 150 vehículos de transporte público participaron en una peligrosa carrera clandestina frente al estadio Monumental. El evento, difundido por redes sociales, expuso a familias y niños a un grave riesgo.
Más de 150 vehículos de transporte público participaron en una peligrosa carrera clandestina frente al estadio Monumental. El evento, difundido por redes sociales, expuso a familias y niños a un grave riesgo.

Un hecho insólito y alarmante ocurrió en la avenida Prolongación Javier Prado, a la altura del estadio Monumental. Más de 150 cústers de diversas empresas de transporte público —incluidas unidades de Chosicanos y Anconeros— realizaron piques ilegales en plena vía pública, desatando una situación de alto riesgo ante la mirada de decenas de personas, entre ellas niños y familias completas, según informó Panamericana.

Las cámaras de seguridad del distrito registraron cómo los vehículos, muchos de ellos sin condiciones mínimas de seguridad, ejecutaban maniobras temerarias a toda velocidad. “Ahora no solo hacen piques los autos de alta gama, también lo hacen cústers de transporte público, muchos sin cumplir las normas de seguridad”, advirtió Javier Ávalos, jefe de Seguridad Ciudadana de Ate.

Convocatoria fue difundida por TikTok

El evento fue convocado de manera clandestina a través de la red social TikTok, donde circularon videos que atrajeron a numerosos conductores y curiosos. La actividad ilegal bloqueó un tramo clave de la vía que conecta Ate con La Molina.

Ante la alerta vecinal, la municipalidad desplegó más de 25 unidades de Serenazgo y 10 patrulleros. Aunque se logró desalojar a los participantes, muchos intentaron reagruparse más tarde en la avenida 22 de Julio. Gracias a la intervención oportuna de los vecinos y autoridades, al menos 80 vehículos fueron intervenidos.

Sanciones en camino

Las autoridades locales ya iniciaron la identificación de las unidades involucradas con apoyo de las cámaras de videovigilancia. No se descarta la imposición de sanciones económicas, retiro de licencias de circulación e incluso denuncias penales contra los organizadores por atentado contra la seguridad pública.

Este incidente evidencia la urgente necesidad de fiscalizar y regular los actos organizados a través de redes sociales que ponen en peligro la vida de los ciudadanos y generan caos en el transporte urbano.

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