Durante una inspección rutinaria en la planta de tratamiento de agua potable La Atarjea, situada en el distrito de El Agustino, personal de Sedapal descubrió restos humanos atrapados en las rejillas de las bocatomas, estructuras destinadas a filtrar los desechos transportados por el río Rímac. El hallazgo, ocurrido a comienzos de la semana, activó de inmediato los protocolos de emergencia y fue reportado a las autoridades correspondientes.

Por ello, los efectivos de la Unidad de Operaciones Especiales de Auxilio y Rescate del Escuadrón de Emergencia acudieron a dicho lugar para recuperar los retos. Asimismo, durante la intervención se confirmó que se trataba del cuerpo de una mujer que presentaba claros signos de mutilación. Faltaba la cabeza, ambos brazos y la pierna izquierda.

Luego, el personal del Departamento de Investigación Criminal (Depincri) de El Agustino, peritos de Criminalística y representantes del Ministerio Público fueron a la zona para realizar la inspección técnica.

En el análisis preliminar, los peritos forenses identificaron varios tatuajes en el torso de la víctima. Uno de ellos, localizado en la espalda, llevaba la inscripción “Paula Sophia” junto a una fecha, un detalle que resultó crucial para avanzar en su identificación, según informó el programa 24 Horas.

Las autoridades policiales confirmaron que, tras el cruce de información y con el apoyo de los registros migratorios, se logró identificar los restos como pertenecientes a Fabiola Alejandra Caicedo Piña, una ciudadana venezolana de 19 años. De acuerdo con los informes, la joven no figuraba como desaparecida en las bases de datos consultadas.

Gracias a la labor coordinada entre especialistas en criminalística, efectivos del Depincri y representantes del Ministerio Público, se logró identificar a la víctima. Actualmente, estas instituciones siguen adelante con las investigaciones para determinar las circunstancias del crimen.

Hasta el momento, las autoridades no han brindado información adicional sobre los posibles responsables ni sobre el móvil del crimen. No obstante, se sabe que el lugar donde se hallaron los restos es una zona habitual de captación de agua y de acumulación de residuos del río Rímac, lo que sugiere que el cuerpo habría sido arrojado en otro punto y arrastrado por la corriente hasta la planta.

La investigación está siendo liderada por la Depincri de El Agustino, que ya ha comenzado a revisar las grabaciones de cámaras de seguridad ubicadas en diversos tramos del río y en las zonas aledañas al hallazgo. Asimismo, se ha solicitado el apoyo de unidades especializadas para rastrear indicios que ayuden a reconstruir las últimas horas de vida de la víctima.

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