La dueña de un salón de belleza en el Callao enfrenta constantes amenazas de extorsionadores, quienes exigen el pago de S/2000 mensuales para no atentar contra su vida ni la de sus trabajadores. Según denunciaron las empleadas, en los últimos días los delincuentes enviaron audios con insultos y mensajes por WhatsApp donde afirman conocer los domicilios y horarios del personal.
Las trabajadoras señalaron que las intimidaciones incluyen advertencias de posibles ataques si no cumplen con el pago. La situación ha generado temor entre quienes permanecen atendiendo el negocio.
Víctima atraviesa delicado estado de salud
Una de las empleadas informó que la empresaria se encuentra en un delicado estado de salud, pues es paciente oncológica y ha tenido que alejarse del local para continuar con su tratamiento médico. El alto costo de la atención la llevó incluso a buscar apoyo adicional.
El equipo del salón organizó actividades para recaudar fondos y ayudarla a sobrellevar el tratamiento. Sin embargo, ahora deben enfrentar también las amenazas de muerte que intensifican la preocupación del entorno laboral.
Extorsionadores amenazan con dejar una granada
Las trabajadoras indicaron que los delincuentes no solo exigen dinero, sino que han advertido que podrían dejar una granada o atacar a cualquiera que esté en el establecimiento. Recordaron que en casos similares, los extorsionadores comienzan con una cuota fija, pero luego incrementan el monto exigido.
“Solamente le dicen ‘deposite 2000’, pero después siguen pidiendo más y más”, contó una de las empleadas.
Denuncia presentada ante la PNP
La denuncia fue ingresada en la comisaría Juan Igunza Valdivia, en el Callao. Pese a ello, las trabajadoras reclaman una actuación rápida de las autoridades para evitar una tragedia. “Esperemos que no pase un mes o dos como ellos dicen”, señaló una de las afectadas.
Según el sistema policial, este año se han registrado más de 30 mil casos de extorsión a nivel nacional, equivalente a una denuncia cada 19 minutos. Este contexto ha obligado a muchos pequeños emprendedores a cerrar sus negocios por temor a represalias.





