Más de un millón y medio de vacunas contra la influenza se encuentran almacenadas sin poder ser aplicadas por una razón básica: no hay agujas. Así lo advirtió un informe reciente de la Contraloría General de la República, que evidencia problemas en la gestión del Ministerio de Salud (Minsa) justo cuando se incrementan los casos de enfermedades respiratorias en el país.
El lote de 1′527,890 vacunas fue entregado en abril por el laboratorio Sanofi Pasteur, a través de una compra internacional gestionada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Sin embargo, el pedido no incluyó las agujas necesarias para su aplicación, lo que ha detenido su distribución a nivel nacional.
El Minsa tenía previsto vacunar entre mayo y septiembre a personas con mayor riesgo, como adultos mayores, gestantes y pacientes con enfermedades crónicas. Pero al 5 de junio, las vacunas seguían guardadas en los almacenes de Cenares, sin una fecha definida para su salida, debido a la falta del insumo básico para su uso.
Ante la emergencia, el sector Salud realizó una compra directa de medio millón de agujas y también recibió una donación. Aun así, no ha sido suficiente. Actualmente, hay más de dos millones de dosis en stock, pero el 76 % no puede ser utilizado.
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